𝑪𝒂𝒓𝒊𝒄𝒊𝒂𝒔 𝒆𝒏 𝒆𝒍 𝒄𝒂𝒃𝒆𝒍𝒍𝒐

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Era sábado por la tarde, una fuerte tormenta mantenía cautivos a todos los habitantes de esa ciudad. Aun así había dos que disfrutaban de ese momento.

—¡Infinite déjame ir a preparar la merienda! —le pedía el erizo azul a su novio quien lo mantenía preso entre sus brazos.

El chacal le mantenía cautivo debajo de él, había ido a visitar a su novio todo el fin de semana y hasta tenía planes para salir con él, pero el cambio climático le ganó y solamente podrían pasar tiempo en el apartamento del azul.

—Eso puede esperar, mejor déjame abrazarte. Necesito estar a tu lado —bromea el chico mientras se acurruca en el pecho del azul.

Sonic se da por vencido y solamente se ríe.

—¿Siempre eres así? —le cuestiona viéndole con reproche.

—Solo contigo, me costó mucho encontrarte y que decir de convencerte —le recuerda—, quiero aprovechar todo el tiempo que tengo para estar contigo.

Sonic se sonroja.

—¡P-Pero te hice unos deliciosos sándwiches de atún y mayonesa! —cambia de conversación.

El chacal insiste en no dejarlo ir y se aferra a él. Sonic por el contrario solamente se rinde, lleva sus manos hasta la cabeza de su novio y comienza a moverlas suavemente. Conforme iba moviéndose el chacal lanzaba unos pequeños ronroneos por las caricias y esto provoca que se detenga.

—Te amo —susurro Infinite mientras cerraba sus ojos y se acomodaba sobre el pecho color durazno del erizo.

Sonic sonrió. Del tiempo que llevan siendo novios, él nunca le había dicho esa poderosa frase a su amado y en cambio el chacal se la mencionaba cada que podía.

—También te amo Infinite —le responde Sonic con una sonrisa, pero se borra cuando escucha unos ronquidos. Su mirada se pasea sobre el rostro de su novio y lanza una pequeña risa cuando lo nota dormido sobre su pecho—. Eres como un pequeño gatito —le dice cerrando los ojos y disfrutando de esa tarde lluviosa.

Flufftober: Infinonic 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora