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ㅤㅤㅤchapter four

— SUFRIMOS DOS BAJAS EN LA GUARDIA REAL, Sir Ryam era un excelente Lord comandante de la Guardia Real, pero estaba enfermo, en verdad espero que haya muerto en paz. Y Sir Berrycloth sufrió un accidente en la ciudad donde perdió uno de sus miembros superiores, por lo que ha quedado incapacitado para continuar en su posición. —la voz de Viserys resonaba por toda la sala donde el Consejo se encontraba reunido. Rhaella se encontraba sentada junto a su padre, observando a Rhaenyra que servía el vino para los distintos miembros.

— Sir Ryam murió mientras dormía su excelencia, las Hermanas del Silencio preparan sus restos. En cuanto a Sir Berrycloth, se le ha otorgado una compensación monetaria y se le ha permitido regresar con su familia. —comenzó a explicar Otto Hightower— Su sucesor como Lord comandante, Sir Harrold, quiere encontrar los reemplazos para ocupar esas posiciones en la Guardia Real.

— Su excelencia, mis señores, princesa Rhaella y princesa Rhaenyra. —saludó el caballero, inclinando su cabeza— La Guardia Real debe encontrar a un sexto y séptimo miembro que la complementen. Con la ayuda de la mano del rey invité a varios candidatos a la corte, todos ellos pasaron juicios justos. —Rhaella no pudo evitar sonreir al ver como su padre, Maelys, colocaba sus ojos en blanco ante la mención de Hightower, sin embargo, su atención se vio rápidamente desviada hacia la puerta principal que se abría de golpe dejando ver a Corlys Velaryon.

— ¡Cuatro barcos se han perdido! El último de ellos portaba mi bandera. Los peldaños de Piedra están en llamas y ustedes se quedan aquí hablando asuntos de la corte. —Rhaella apretó sus labios delicados en una fina línea al notar como aumentaba el volumen en la voz de Corlys.

— Si necesita discutir algo, Lord...

— ¡Quiero saber que se hará sobre mis barcos y mis hombres! —exclamó Corlys.

— La corona lo compensará por sus barcos y tripulación, y hará una oferta a las familias de sus hombres. —aseguró Otto en un intento por terminar con el asunto.

— No creo que una compensación sea suficiente. —murmuró Rhaella recibiendo la mirada de todos.

— Exactamente, no me interesa esa compensación, quiero tomar el control de los Peldaños de Piedra por la fuerza y expulsar al Cangrejero.

Viserys suspiró— No voy a entrar en guerra con las Ciudades Libres.

— Esos pirata no son de las Ciudades Libres.

— ¿Y quien crees que les proporciona barcos y suministros?

— A lo largo de su historia su majestad, los Siete reinos nunca han entrado en una guerra abierta contra las Ciudades Libres.

Maelys se acomodó en su asiento, aclarando su garganta antes de hablar— Tal vez podríamos hallar una forma, podríamos analizar toda la situación y ver si hay alguna forma de ayudar a Corlys con su pedido y además mantener las perdidas en un valor mínimo.

— No la hay, es por eso que estamos proponiendo la idea de la compensación. —habló Otto.

Corlys negó con una sonrisa sarcástica— El hermano menor del Rey ha tomado posesión de Dragonstone y la protege con un ejército de sus Capas Doradas. Daemon se plantó allí durante seis meses y la corona no protesta en lo más mínimo.

Ante esto, Maelys alzó una ceja— No meta a mi hermano en este asunto, ambos están en dos posiciones completamente diferentes.

— He actuado, he enviado 10 emisarios a Pentos y a Volantis, para ver si se podía encontrar una causa común. Van a movilizarse barcos y hombres, el tema de los Peldaños de Piedras será resuelto. —intercedió Viserys en un intento por calmar las aguas.