ㅤㅤㅤchapter twenty five

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— ¿EN VERDAD ESTÁ EN UN ESTADO ASÍ DE DEPLORABLE? —cuestionó Waylan sentado en un sofá con Rhaenyra a su lado, tomando la mano de la joven entre la suya, sus dedos entrelazados.

— Parece otra persona. —respondió su esposa, su rostro lleno de preocupación— Si lo hubieran visto en verdad no creerían que ese es mi padre.

Maelys que estaba de pie a un lado de ellos asintió— Quizás podríamos hablar con el maestre Gerardys, puede darnos su opinión desde la experiencia. La última vez que visité a Viserys, su estado de salud no estaba tan complicado, al menos en ese momento podía levantarse, caminar, y tenía más vitalidad.

Harwin, que estaba en otro sofá junto a Rhaella, observó el rostro de su esposa, su ceño fruncido y sus delicados labios apretados en una fina línea— Querida, ¿en qué estás pensando? —indagó el de ojos azules, su mano entrelazada con la de la joven sobre su regazo.

— Sé que no debo hacer suposiciones sin tener fundamentos que la respalden, pero no puedo dejar de pensar en que existe la posibilidad de que sean ellos mismos quienes estén matando a mi tío.

Daemon, que estaba a la derecha de Rhaella, chasqueó la lengua— No me sorprendería, teniendo a Otto Hightower involucrado.

Fue entonces que la puerta de la habitación se abrió y las miradas de los seis se posicionaron sobre la misma, observando la figura de Alicent que ingresaba.

— Princesas, príncipes. —movió su cabeza a modo de saludo— Ha pasado mucho tiempo desde que nos agracian con su presencia. —la mirada de la reina paseó por todos los presentes, hasta llegar a Harwin y Rhaella, su expresión tornándose mucho más amarga al ver a la princesa del cabello trenzado. Sin embargo, la joven de ojos lila mantuvo la mirada, alzando su barbilla y manteniendo una postura firme.

— Es verdad, su majestad. —respondió Rhaenyra.

— Pero parece que no lo suficiente para ameritar una bienvenida a nuestra llegada. —murmuró Daemon, cruzando una pierna por encima de la otra mientras apoyaba su espalda contra el respaldo.

— La reina debe tener asuntos apremiante, tío. —la mirada de Alicent se posicionó sobre Rhaella una vez más cuando la joven habló— ¿Qué sabemos nosotros de gobernar a un reino?

Alicent frunció el ceño— No lo gobierno, como bien saben.

Rhaella sonrió de lado— Oh por supuesto, estoy segura de que es tu padre quien se encarga de gobernar, siempre le gustó la idea de tener poder y de tener la capacidad de tomar decisiones.

— Mi padre y yo representamos la voluntad y la sabiduría del rey.

— ¿De qué voluntad hablas, Alicent? —cuestionó Rhaella, Harwin a su lado simplemente observó el intercambio entre ambas, disfrutando de ver a su esposa dejando ver esa fiereza que salía a la luz cada vez que ella se encontraba ante algo que no era correcto, inevitablemente una sonrisa pequeña apareció en sus labios— Viserys ni siquiera podía reconocernos, no fue siquiera capaz de reconocer a sus hermanos o a su propia hija hasta que se lo explicamos, estaba completamente desorientado ¿y dices que ustedes solo representan lo que él quiere? Viserys en ese estado no puede ni siquiera decir que es lo que quiere para desayunar, mucho menos comunicar que es lo que quiere para el reino.

Daemon a su lado soltó una risa amarga— ¿Cómo se supone que expresa esa sabiduría de la que hablas? —alzó una ceja— ¿Con guiños y resoplidos?

— La condición del rey Viserys ha empeorado desde que estuvieron aquí, durante este último año ha decaído demasiado. —al ver que nadie decía nada, y que solo la observaban, Alicent continuó hablando— Le provoca un terrible dolor, es por eso mismo que los maestres aconsejaron...

DON'T BLAME ME | harwin strong - hotd Donde viven las historias. Descúbrelo ahora