ㅤㅤㅤchapter eleven

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RHAELLA OBSERVÓ CON UNA SONRISA la nota que había sobre su cama, la caligrafía de Daemon dejándole un mensaje, comentándole que daría vueltas por la ciudad y que podía unírsele si así lo deseaba, que aguardaría por ella en el callejón donde se encontraban en esas salidas, además de que le comunicaba que esta vez había también invitado a Rhaenyra.

Esa no era la primera vez que Rhaella recibía un mensaje como ese por parte de su tío, y es que antes de marcharse a los Peldaños de Piedra, en varias ocasiones el príncipe la había llevado en la noche a la ciudad a conocer aquello que se encontraba fuera de los muros de la Fortaleza Roja. Llevándola a ver pequeñas obras callejeras, a probar comida que distaba bastante de la que consumían en el castillo, pero cuyo sabor no tenía nada que envidiar, o llevándola incluso a probar su primera bebida con alcohol.

Daemon quería brindarle un poco de libertad a la joven y mostrarle aquellas cosas que sabía que disfrutaría, la había llevado incluso a un boticario escondido entre las calles de la ciudad, donde Daemon le dio a escoger varios objetos de herbología para obsequiárselos. Y Rhaella le estaba completamente agradecida a su tío, y también a su padre, quien estaba enterado de las salidas entre sobrino y tía, aprobando las mismas siempre y cuando Daemon no la llevara a lugares que podrían ponerla en peligro, porque sabía que podía confiarle su hija a su hermano. Y Daemon lo había aceptado, puesto que también se negaba a poner a Rhaella en peligro, evitando incluso por completo llevarla cerca de los burdeles y lugares más oscuros, considerando que su querida sobrina no necesitaba ver aquellas cosas, mucho menos con él a su lado.

Por lo que, colocándose una capa oscura que tapara por completo su cabello platinado y el vestido de colores apagados, completamente diferente a aquellos de color rojo que solía portar, la joven comenzó a moverse por los pasadizos secretos que su padre y Daemon le habían mostrado años atrás.

La joven princesa estaba a punto de llegar al final de su camino en el interior de la Fortaleza Roja, quedándole tan solo unos metros para poder bajar hacia el patio de la misma, cuando notó la presencia de una figura al final del mismo. Y en un intento por ocultarse terminó chocando con la pared del pasadizo, soltando un quejido.

— ¿Se dirigía a alguna parte princesa? —frente a ella se hallaba Harwin Strong, con una capa oscura similar a la suya cubriendo sus vestimentas y una antorcha en su mano derecha, iluminando su rostro de forma que Rhaella era capaz de ver esos ojos azules profundos que tanto le atraían.

— Sir... Sir Harwin, ¿qué está... ¿Qué está haciendo aquí? —cuestionó la joven colocando las manos detrás de su espalda, con una sonrisa nerviosa.

— Sabe que es de mala educación responder a una pregunta con otra, ¿no? Además de que podría preguntarle lo mismo, ¿qué hace vagando por los pasadizos a estas horas de la noche? —cuestionó el joven de cabello oscuro, con una ceja alzada y una sonrisa burlona.

— Me dirigía a buscar una copa para beber un poco de agua, y me parecía excesivo molestar a los guardias para que lo trajeran cuando perfectamente podía ir a buscarlo yo. —respondió la joven, evitando su mirada y arrugando ligeramente su nariz.

— Miente, en estos años he notado que cuando miente tiende a arrugar su nariz y a desviar la mirada. —explicó Harwin, provocando que Rhaella entreabriera sus delicados labios con sorpresa— No creo que tenga intenciones de ir hacia la ciudad junto al príncipe Daemon para vagar por las calles hasta el amanecer, ¿o sí?

— ¿Usted lo sabía?

Harwin soltó una risa ronca, sus ojos azules chispeantes— Por supuesto que lo sabía, ¿de verdad cree que dejaría que anduviera por la ciudad de noche sin alguien que la cuidara? Sé que el príncipe Daemon es más que capaz de cuidarla, pero aún así no estaba tranquilo, y usted siempre tenía a alguien cuidando sus pasos. Varias veces fue Waylan, en otras ocasiones Sir Nicholas y en otras ocasiones fui yo quien se encargó de cuidarla desde lejos.

DON'T BLAME ME | harwin strong - hotd Donde viven las historias. Descúbrelo ahora