DON'T BLAME ME | harwin strong - hotd

ㅤㅤㅤchapter fourteen

CIERTAMENTE LA BODA ENTRE RHAENYRA Y LAENOR sería algo que quedaría marcado en la historia. La muerte de Joffrey, el amante de Laenor, a manos de Criston Cole era algo que sin dudas había tomado por sorpresa a todos. Un acontecimiento que había dejado un ambiente oscuro y tenso, que se mantuvo durante la ceremonia de la boda, donde las expresiones de los pocos invitados dejaban en claro que aquel no era un momento de celebración.

Varios días habían transcurrido desde el día de la ceremonia y desde el día en que Laenor y Rhaenyra se habían marchado a Dragonstone por algunas semanas para pasar tiempo a solas en su nueva vida como un matrimonio. Y la ausencia de la joven era bastante notoria para Rhaella que se sentía sola, porque no solo la joven se había marchado sino también Waylan y Daemon, pues luego de lo sucedido, Criston había sido quitado de su puesto como protector de Rhaenyra para pasar a ser el protector de Alicent, y Waylan había sido designado protector de Rhaenyra dejando a Rhaella bajo la protección de Sir Nicholas, y en cuanto a Daemon, el más joven de los hermanos Targaryen se había marchado con el objetivo de desposar a Laena Velaryon. Y, como si esas ausencias no fueran suficiente, ni siquiera Harwin estaba en la ciudad, habiendo tenido que marcharse.

Harwin. Le habría encantado hablar con el joven de la casa Strong luego de todo lo dicho durante el banquete de inicio, pero luego de los incidentes Rhaella había descubierto que Harwin había sido enviado a Harrenhal para atender unos asuntos en nombre de su padre Lyonel de forma urgente. El simple hecho de recordar sus palabras, su mirada y la forma tan dulce con la que la había tratado al bailar, eran suficientes para que una sensación cálida se instalara en su pecho, su cuerpo se había convertido en un santuario para albergar las mariposas que él le generaba, podía sentirlas revoloteando en su interior eufóricas hasta con cosas tan simples como el oír a alguien mencionar el nombre del caballero.

Rhaella soltó un suspiro— Es hora de regresar Kaida. —habló claro en alto valyrio para que su dragona comenzara a descender hacia la fosa de dragones, y es que con la ausencia de Rhaenyra y Waylan, la joven princesa pasaba su tiempo en el aire junto a Kaida o en los jardines, de tanto en tanto con la compañía de su padre, que luego de los incidentes había tenido que hacerse cargo de los arreglos para entregar el cuerpo de Joffrey a su familia y otorgar disculpas y una compensación en nombre de los Targaryen.

Al llegar al foso de los dragones, Rhaella notó que Sir Nicholas aguardaba por ella en su caballo— Princesa, el rey solicita su presencia en la sala del Consejo.

La muchacha de cabello pálido frunció el ceño, ¿qué podría querer Viserys? No recordaba a su padre o a su tío mencionar que tenían una reunión programada junto a ella, por lo que no tenía idea alguna de qué podía tratarse. Dedicándole una sonrisa amable, Rhaella le agradeció a Sir Nicholas y subiéndose en su propio caballo comenzó a dirigirse hacia la Fortaleza Roja con la escolta de su caballero y otros miembros de la guardia.

A paso rápida la muchacha se encaminó hacia la sala del consejo y cuando la puerta se abrió frente a ella notó que su padre, su tío y Lyonel Strong, la nueva mano del rey, además del maestre Mellos, Lord Beesbury, Corlys Velaryon y Sir Harrold Westerling.

— Buenos días para todos. —habló la joven ingresando para acercarse a la punta de la mesa donde se hallaban su padre y el rey, besando la mejilla de ambos, su padre le dedicó una pequeña sonrisa cuando la joven se sentó a su lado.

— Bienvenida sobrina. —comenzó Viserys— Bien, ahora que Rhaella está en la sala creo que podemos comenzar con la reunión, ¿les parece? Ya que mi hija ha contraído matrimonio y que la ceremonia se ha realizado podemos centrarnos en Rhaella y en su futura boda, pero principalmente en encontrar a su futuro esposo.

Al oír esas palabras, Rhaella giró su cabeza para observar con ojos desorbitados a su tío— ¿Qué? —cuestionó la joven en un susurro.

— He permitido que continuáramos un tiempo más sin hablar de ello, que evitara el tema, pero no podemos seguir retrasándolo, mucho menos cuando Rhaenyra ya se ha casado, ahora es tu turno Rhaella. Y tomando en cuenta que han cortado las presentaciones dos meses antes he pedido que realizaran una lista con los candidatos más aptos, para poder discutirlo aquí, ahora mismo.