ㅤㅤㅤchapter twelve

4.9K 724 142
                                    

RHAELLA LE DEDICÓ UNA MIRADA CURIOSA A RHAENYRA, al mismo tiempo que su prima también la miraba, cuando al llegar a Driftmark nadie había salido para darle la bienvenida al rey.

Luego de todo lo ocurrido en la noche de la escapada a la ciudad de Desembarco del Rey, y de lo acontecido entre Rhaenyra y Daemon, Viserys había decidido tomar cartas en el asunto. El Rey había decidido viajar lo antes posible con su hija hacia Driftmark con el objetivo de concertar un matrimonio entre Rhaenyra y Laenor Velaryon, en un intento por acallar los rumores que comenzaban a surgir a partir del destierro de Daemon y la presencia del príncipe y Rhaenyra en el burdel. Y el motivo de la presencia de Rhaella en Driftmark era que Rhaenyra le había rogado a su prima que los acompañara en el viaje, argumentando que necesitaría su apoyo y que no quería estar sola, sabiendo que la presencia de Viserys no sería demasiado reconfortante para Rhaenyra. Y como Rhaella nunca podía decirle que no a Rhaenyra, había aceptado sin dudar su pedido, encontrándose entonces detrás de su tío y a un lado de su prima, ambas escoltadas por Criston y Waylan.

— ¿Dónde está Lord Corlys? ¿Debería estar aquí para recibir al rey? —Rhaella observó a Lyonel Strong dando un paso al frente, decidiendo hacer la pregunta que todos se estaban haciendo. Una sensación de opresión se instaló en su pecho al ver al patriarca de los Strong, su mente rápidamente viajando a Harwin y lo ocurrido esa noche, y como desde ese momento en los pocos días que habían transcurrido no había vuelto a cruzar palabra alguna con él.

Tan sólo lo había visto una vez antes de partir a Driftmark, en uno de los pasillos de la Fortaleza Roja mientras él hablaba con su padre y ella hablaba con Waylan. Un escalofrío la recorrió al recordar la mirada que Harwin le dedicó, esos ojos azules cargados de anhelo y culpa al mismo tiempo, que parecían no querer alejarse de ella pero que a la vez trataban de esquivarla con todas sus fuerzas, como si el simple hecho de verla estuviera prohibido para él. Y Rhaella simplemente no podía apartar la mirada del caballero, una mirada suplicante, rogando que por favor la mirara, que se acercara, que le hablara.

Fue entonces que la voz de una muchacha llamó su atención, una sonrisa radiante apareciendo en sus delicados labios al ver que se trataba de Laena Velaryon, su prima, acompañada de Laenor— Bienvenido a High Tide, majestad.

— ¿Qué significa esto, Lady Laena? ¿Así recibe a su rey la casa Velaryon? —volvió a cuestionar Lyonel.

— Mi padre acaba de regresar de su largo viaje. Ha ido al salón de los Nueve para esperar la llegada de su majestad.

Ante las palabras de Laena, Viserys simplemente comenzó a caminar hacia el interior de la fortaleza— Acabemos con esto de una vez.

Ninguna de las jóvenes princesas ingresó a la sala donde Viserys y Corlys discutirían el arreglo del matrimonio, la puerta cerrándose frente a ellas. Las dos princesas Targaryen habían pasado la mañana junto a Laena y Laenor desayunando, disfrutando de viejas anécdotas y oyendo historias sobre cosas que habían ocurrido durante el tiempo que no se habían visto. Rhaella comentando lo mucho que ambos habían crecido y que le parecía una absoluta falta de respeto que Laenor fuera más alto que ella cuando ella era varios años mayor, pidiendo que se encogiera para restablecer el orden de las cosas, robándole risas tanto a los hermanos Velaryon como a Rhaenyra.

Cuando Rhaenyra se alejó junto a Laenor para caminar por el castillo y hablar de lo que sería su futuro matrimonio, Rhaella aprovechó el tiempo disponible para tomar el libro obsequiado por Harwin dirigiéndose hacia la zona de la costa, tomando asiento a una distancia prudente del mar, disfrutando de la sensación de la brisa marina desordenando su cabello.

— ¿Te encuentras bien? —la joven observó a Waylan que tomaba asiento a su lado, dejando su espada y casco a un costado, la brisa desordenando esa mata de rulos oscuros— Has estado más callada que de costumbre.

DON'T BLAME ME | harwin strong - hotd Donde viven las historias. Descúbrelo ahora