El Profesor Dominante

40. Mucha confusión.

Pov Daniel.

Me sentía muy confundido, la salida que había tenido con Rubén me había dejado así, al no conocer cómo era salir con otros chicos. Pero sobre todo esto de que el profesor Díaz quería compartirme con su amigos me parecía demasiado extraño ya que nunca nos hablaba de ellos y sobre todo que no me había dicho nada, aunque no había pasado el día con ellos.

Al salir de casa me di cuenta que estaba un auto negro estacionado enfrente de la casa, se notaba demasiado lujoso y parecía ser que estaba esperando a alguien. Cuando pasaron unos segundos ví que bajo el chófer y le abrió la puerta a un chico demasiado guapo, era un Adonis totalmente.

— Buenas noches, ¿Eres Daniel verdad? — dijo al estar frente a mi, de seguro estaba babeando al verlo bajar del auto y hablarme.

— Hola... Si soy yo — dije con el rostro caliente — ¿Tú eres?...

— Logan, nuestros dominantes nos han pedido cambiar para... Intentar cosas nuevas...

Así que el estaría en mi lugar y yo en el suyo, vaya al parecer Eduardo y Mateo se lo pasarían increíble con este Ken de carne y hueso, por alguna razón aquello me molestó.

— Así parece — dije algo irritado — ¿Entonces ese auto me llevará hasta tu dominante?

— Así es — dijo animado — nos vemos después, creo.

— Hasta luego — después de voltear y verlo entrar en la casa, camine y subí al auto.

Realmente todo esto me había tomado por sorpresa, no me esperaba estar en esta situación. Estaba en un dilema por saber cuál era la razón de su cambio repentino y también me ponía nervioso el saber que íbamos a hacer algo y yo solo me sentía en confianza con Mateo y ahora con Eduardo, un poco. Para liberar un poco los nervios decidí enviarle un mensaje a Rubén.

Hola, que tal soy yo Daniel, solo te enviaba este mensaje para que me registres.
Enviado a las 7:10pm

Luego de unos minutos me respondió.

Hola, y yo que pensaba que sería otra decepción más en mi intento de encontrar el amor, ya estás registrado.
Enviado a las 7:13 pm.

Después de ello conversamos de eso por un rato hasta que se despidió para dormir. Volví a la realidad y mis nervios comenzaron a hacerse más grandes cuando me di cuenta que estábamos yendo hasta los suburbios más elitistas de la ciudad. Los vecindarios se hacian cada vez más lujosos y eso me estaba intimidado de una manera impresionante.

Al llegar hasta una de las casas más grandes o la más grande de todo el vecindario, nos detuvimos, el chófer bajo a abrirme la puerta y dejarme salir. No sabía si era buena idea o no.

Baje e hice el camino hasta la entrada de la casa, la cual de abrió inmediatamente dejándome ver una casa impecable, moderna y estúpidamente costosa. Al lado de la puerta estaba un mayordomo perfectamente bien vestido y sonriendo de una manera falsa hacia mí.

— Buenas noches joven...

— Daniel — dije completando su frase.

— Joven Daniel, el señor lo está esperando en el despacho... — me dio las indicaciones para llegar al despacho y se fue apresuradamente hacia el lado contrario.

No estaba tan acostumbrado a ver tanto lujo en un solo lugar, dónde quiera que pusieras la vista estaban las cuadros más costosos, jarrones, reliquias , fotografías de muchos paisajes, trofeos, medallas.... Realmente era una casa impresionante y no solo por sus decoraciones también las estructuras resaltaban demasiado.