Pov Profesor Díaz.— Lo siento no pude resistirme más, deseaba probar tus labios — dije lo que pensaba.
Al tenerlo revisando los planos, mordiendo sus labios ligeramente haciendo que se vieran más rojos y carnosos, no logré controlarme y actúe por instinto.
Sobre todo me sorprendió que notará la diferencia que había en el terreno de la construcción, lo que me daba a conocer que tenía mucho potencial ya que ni los albañiles ni los dueños del proyecto se habían dado cuenta hasta que se los comenté.
Lo cual era una sorpresa muy grata y me hacía feliz que me hubiera fijado en él.
Al mirarlo lo encontré muy sonrojado y dudando si lo que estaba pasando era real o simplemente se encontraba en un sueño, también parecía en un debate en su interior, por lo que lo tome de los brazos y le dije.
— Desde el primer momento que te ví me cautivaste totalmente — dije acaramelado, dejando a Dan sorprendido y ruborizado — no he dejado de pensar en ti desde ayer.
— ¿Ee...enserio? — dijo mirándome con un ligero brillo en sus ojos.
Había dado en el clavo, ya que el también parecía interesado en mi, no solo como profesor si no en algo más cercano.
— Por supuesto que sí — dije haciéndome el indignado — acaso ¿Yo no te parezco atractivo?.
Al hacer esa pregunta se puso muy rojo, dándome a conocer la respuesta, pero quería oírla salir de sus labios — Si... digo no, estaríamos mal — respondió con arrepentimiento.
— Si nade se entera no tendríamos ningún problema — solo esperaba que confiara en mi.
— ¿Cómo haríamos eso? — preguntó inocentemente.
— Podríamos firmar un contrato de confiabilidad, así yo no te mentiría, ni tú a mí y no diríamos nada a nadie — respondí viendolo directamente a los ojos — ni a tus mejores amigos ni familia.
Parecía que se encontraba en una duda entre aceptar o salir corriendo por la puerta y no volver jamás, al verlo así, pensé en presionarlo un poco, junte nuestros cuerpos lo más posible y acercándome como si quisiera besarle.
Inmediatamente se tensó pero cerró sus ojos esperando a que se juntan nuestros labios, haciéndole ver tierno e inocente * ya casi estás a mis pies*, sonreí y le dije
— Si quieres tener más como el beso anterior deberías aceptar mi propuesta... — *de ser mi sumiso* complete en mi mente, tratando de seducirlo para que cayera en mis redes.
Las fuerzas que tenía de volver a probar lo desconocido ganaron su lucha interna ya que asintió dándole fin a su batalla mental.
— Está bien, pero hay que hacer el contrato para estar seguros los dos... — expresó tímido por hablar del tema.
Sin darle tiempo de terminar a nada más, me lanzé a besar sus labios ya que teniéndolo así cerca de mí era inevitable, tomándolo por sorpresa, fue un beso en el que trate de transmitirle confianza y amor para que se soltara conmigo.
Se notaba que era inexperto en besar, pero trataba de seguirme el paso en mover sus labios con los míos.
— Cuando lo tenga listo te lo daré para que lo leas — dije al recuperar un poco la respiración. Solo dió un asentamiento leve.
— ¿Te gustaría salir un momento? Podríamos conocernos mejor — dije al ver que ya no teníamos nada que hacer en mi oficina.
— Claro, me parece bien — dijo dulcemente.
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El Profesor Dominante
Dla nastolatkówDaniel Villado un joven de 18 años, en su primer semestre en arquitectura de la universidad, con tantos sueños y metas por lograr no sabe lo que el destino le tiene preparado en su vida amorosa. Su primer amor lo desilusiona totalmente pero aquello...