38. Decisión Tomada.

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Pov Daniel.

Mis pensamientos estaba demasiado revueltos:

Por una parte estaba la idea de irme con Eduardo y el profesor Mateo a aquella playa que podría ser una experiencia increíble y qué me daría posibilidades de trabajar con alguien importante en un futuro.

Y por otra totalmente diferente estaban mis padres, seguramente estarían esperando a que les dijera que pasaría la navidad y año nuevo con ellos. Me hacía demasiada ilusión ir con ellos y contarles todo lo que había pasado en estos meses.

Sabía que la decisión estaba en mi, pero no quería decepcionar a nadie con ella.

La noche no la pasé tan bien pensando en ello y abrí los ojos primero que nadie, el sol ni siquiera había salido de entre los cerros. Echo un caos baje a la cocina para hacerme un café y poder despertar.

— Buenos días — dijo Mateo cuando bajo por las escaleras desnudo — ¿Llevas mucho despierto?

— Toda la noche — intenté ser sarcástico pero no me salió — Realmente quiero ir al paseo a la isla, pero no he visto a mis padres desde hace meses y los extraño.

— Entiendo, cualquier decisión que tomes estará bien — dijo dándome un beso en la frente y comenzando a prepararse su café me dejó de lado.

Sabía que él quería que nos fuéramos a la isla privada ya que me había pasado las respuestas de los exámenes, pero era algo que no le había pedido y no podría cobrarme lo. Y es que realmente no había necesitado leer aquel acordeón, ya sabía las respuestas.

Poco después bajo Eduardo aún adormilado y comenzó a prepararse su desayuno. Todo el tiempo lo pasamos en silencio, tal vez Mateo ya sabía mi decisión y aquello le había molestado.

— Vayan a alistarse para irnos — dijo en tono serio, pero sabía que no era mi culpa.

Subimos las escaleras rápido y nos metimos al cuarto para ver qué nos pondríamos para ir a la escuela. Desde hace tiempo Eduardo y yo elegimos lo que nos ponemos de ropa interior y tratamos de combinar todo.

— ¿Sabes qué le pasa? — me preguntó Eduardo mientras elegíamos los colores del suspensorio.

— Creo que dedujo mi respuesta a la invitación para ir a la isla privada.

— Le dijiste que no...

— Ni siquiera hablé — dije indignado por no dejarme hablar.

— No era necesario.

Realmente me sentía muy confundido por la reacción del Mateo al saber que no estaba de acuerdo con aquella idea descabellada de ir a esa isla.

Luego de eso nos terminamos de arreglar para ir a  la universidad. El transcurso fue demasiado incómodo ya que nadie decía nada acerca de lo ocurrido y el silencio de el profesor Díaz me confirmaba que estaba sumamente molesto por no aceptar la propuesta. Al bajarnos Mateo arrancó el coche sin decir nada y se fué.

Eduardo y yo tomamos caminos diferentes, por mi parte iría a ver a Natalia, hacia tiempo que no nos reuníamos gracias a los exámenes y los trabajos finales para terminar el semestre.

Ella ya se encontraba en uno de los patios principales de la universidad.

— ¿Por qué tienes esa cara? — fue lo primero que me dijo al tenerla enfrente — te ves... triste y demacrado...

— Los trabajos finales — puse de excusa pero no la note muy convencida — estaba nervioso de no poder pasar los últimos exámenes y no poder ir a visitar a mi familia...

El Profesor DominanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora