28. Primera Vez.

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Pov Daniel.

El nivel de exitación que sentía no lo podía describir y las ganas que tenía por ser penetrado por el profesor eran inmensas.

Cuando sentí el dildo completo dentro de mi me sentía que estaba en el cielo, cuando los movimientos se hicieron más constantes mi mente perdió el control y el placer fue demasiado.

Dejé de sentir que salía de mi y un gemido de inconformidad salió de mi pero el profesor no lo escuchó. Luego de unos minutos lo volví a sentir dentro de mi pero ya no se movió.

— Ahora si viene lo bueno — escuché decir al profesor.

No sabía que era lo que venía pero mi estado de exitación aún se mantenía muy alto, solo esperaba que me partiera el culo ya.

Saliendo de mis pensamientos sentí a Mateo encima de mi pegando nuestros cuerpos desnudos, lo que me hizo entrar en calor aún más.

— Estás listo para que te destroce el culo... — dijo en mi oído haciéndome sentir como si fuera una prostituta o algo así.

— Ss...si... — le dije como pude — si...se..señor.

— Pues abre bien el culo — dijo cuando sentí su glande en mi entrada.

Después sentí la presión que estaba habiendo para que su miembro entrara en mi, luego de 2 intentos la cabeza de su polla entró en mi. Las sensaciones que sentía eran inigualables.

Si con el dildo me sentía en el cielo, con su miembro me sentía en el infinito viendo las estrellas y constelaciones. Cuando estuvo dentro de mi, el placer me hacía perder la vista y mi cuerpo se sentía completo.

Al fin mis pensamientos de ser follado por el profesor se estaban volviendo realidad y era más que un sueño. Pasaron unos 5 minutos cuando Mateo comenzó el vaivén, haciéndome caer en espasmos de dolor que con el paso de las estocadas se volvían más placer.

Nuestros cuerpos comenzaron a sudar o al menos por lo que podría observar del suyo al estar boca abajo.

Sus movimientos eran tan satisfactorios para mí hasta que se detuvo, se enterró completamente en mi y me dijo al oído.

— No todo el trabajo lo voy a hacer yo — salió de mi interior dejándome vacío — ahora te toca a ti....

Me jaló hasta la orilla de la cama y me puse de pie con las piernas como gelatina por el placer del momento, el profesor se sentó en la orilla de la cama.

— Vas a montarte encima de mi... — sabía que con ello sentiría si pene más dentro de mi.

Una parte de mi fue más atrevida y me subí encima del como pude con las manos detrás, tratando de hacer equilibrio y con su ayuda lo logré.

Rápidamente colocó su glande en mi entrada y sin ningún esfuerzo entro inundando mi interior que se sentía solo. Efectivamente su pene comenzó a rosar mi punto g después de unos minutos.

— Con que es ahí — dijo dándole de lleno a esa parte de mi, haciéndome ver estrellitas a mi alrededor.

Ya no podía controlar mis gemidos y estos salían constantemente de mi boca, mientras el profesor seguía enterrandose en mi hasta lo más profundo de mi ser. No esperaba que mi primera vez fuera de esa manera tan salvaje y caliente como lo estaba haciendo.

Luego de unos 10 minutos de seguir en la posición sintiendo toda la hombría de Mateo, sentí como sus estocadas estaban teniendo más fuerza en mi interior y aquello me dejaba sin aliento.

— Señor voy a.... — no pude ni terminar de decirlo cuando salió mi semilla cayendo en mi abdomen y saltando un poco más.

Con aquello mi interior apretó más la hombría del profesor que no tardó en soltar un bufido de satisfacción por tal cosa.

El Profesor DominanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora