Pov Daniel.
Me encontraba arreglando mis pensamientos por décima vez en mi mente, me sentía inconforme con lo que me debía de poner, pero el profesor me había dado esas órdenes, las recordé en mi mente.
— Te dejare la ropa que usarás en la cama y bajas usando SOLO ESO — recalcó las últimas palabras, asentí y cerré la puerta del baño.
Preocupado por la tardanza que traía ya, fui hasta el armario para buscar unas prendas más decentes, encontrándome con más de aquellas prendas de todos los colores y unas más provocativas que otras.
No me sentía muy cómodo en tener que usarlas y estaba por salir hasta la cocina y reclamarle al profesor por querer que yo usará esa clase de prendas.
Estaba sintiéndome algo molesto con ello, recordé que ya había firmado un contrato en el que especificaba que tenía que cumplir todo lo que el me ordenara que hiciera.
Sintiéndome muy avergonzado solté la toalla de mi cintura estando completamente desnudo, medite más las cosas y no tenía por qué avergonzarme, ya me había visto desnudo y tarde o temprano el profesor me querrá hacer algo más que solo verme.
Así que comencé a ponerme el suspensorio negro que me quedaba muy apretado y levantaba más mis nalgas haciéndolas ver más grandes, luego me puse las medias largas, el collar y finalmente una tela gris oscura que cubría muy poco mis glúteos desnudos.
Viéndome en el espejo no me veía tan mal, pero aún me sentía inseguro de que me viera así el profesor, tome unas respiraciones para controlarme y tomar fuerzas para bajar hasta la cocina, dónde se escuchaba mucho movimiento.
Tal vez el profesor ya se encontraba esperándome hacia tiempo y podría llegar a castigarme por no cumplir sus órdenes.
Salí por el pasillo hacia las escaleras y me dispuse a bajarlas descalzo ya que no me había dejado zapatos o algo para mis pies. Al enfocarme bien en la mesa se encontraban dos platos con lo que parecía ser ensalada de pollo, unas copas con vino y unos vasos con agua natural.
El profesor volteo a verme al estar en el marco de la puerta y sus ojos brillaron de deseo al verme vestido así — Wow todo te queda muy bien — dijo mordiendo su labio seductoramente y guiñándome un ojo.
-— Ggra... gracias — respondí tímido por su comentario.
Ágilmente se acercó a mi acercándose a mi para besarme desesperadamente y con mucho deseo, bajo sus manos a mi cintura y agarró mi trasero entre sus manos apretándolo, haciendo que soltase un jadeo durante el beso.
No sabía si estaba soñando o de verdad me encontraba en esta situación, solo pensaba que tenía que guardar el secreto y aquello sería difícil con mis amigos.
— La cena está lista — dijo sacándome de mis pensamientos y acomodando mi silla para tomar asiento.
—Gracias señor — dije, la verdad es que si tenía hambre y no me había dado cuenta de ello.
Nos sentamos a comer, cada que podía me volteaba a ver mis piernas y mi pecho con algo se deseo, lo que me hacía sentir más cómodo ya que al parecer le gustaba mucho verme así.
Terminé toda la ensalada, estaba deliciosa y yo tenía demasiada hambre, al parecer el profesor era bueno cocinando ya que vivía solo.
— Estuvo muy buena señor, gracias — dije al terminar el último bocado.
— Fue un placer cocinar para ti — dijo juntando los platos para llevarlos al fregadero — ven vamos a la sala.
Aún no me acostumbraba a decirle señor, pero era algo que me recordaba mi mente, lo seguí hasta llegar a la sala donde ya había estado con anterioridad, muy cómoda y linda.
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El Profesor Dominante
Fiksi RemajaDaniel Villado un joven de 18 años, en su primer semestre en arquitectura de la universidad, con tantos sueños y metas por lograr no sabe lo que el destino le tiene preparado en su vida amorosa. Su primer amor lo desilusiona totalmente pero aquello...