13

18 3 8
                                    


Me planto en frente de él con los brazos cruzados. Levanto el mentón para poder verle desde mi altura y le enfrento con toda la furia que soy capaz de congregar en mi expresión. Es difícil amedrentar a un hombre de metro noventa con adiestramiento militar y una predilección especial por las órdenes. Pero para mi sorpresa, da un paso hacia atrás como si estuviera esperando algún tipo de enfrentamiento por mi parte para el que no estuviera preparado.

—Quiero una maldita explicación. ¡Ya!

El teniente se pasa una mano por la cabeza preparando sus próximas palabras.

—¿Les conocias?

—Es...complicado.

—Creo que puedo llegar a entender cómo de complicado.

—Demasiado complicado Lina.

—Hicimos un pacto. Colaboración a cambio de un ascenso y una venganza. Al parecer era un ascenso y dos venganzas. Eso no cambia nada. Puedes estar tranquilo, no te voy a recriminar el hecho de que no me contaras toda tu historia con ellos porque yo tampoco te he contado la mía. Pero me gustaría una explicación.

La cuestión es que yo tampoco he sido del todo sincera con él. Lo que ocurrió entre ellos y yo, solo lo saben Mery y Coco. El trasfondo de nuestra relación es algo que he guardado para mí, y eso puso la misión en peligro, haciendo que fracasara el plan en el baile. Aún así, el teniente no insistió en que le contara lo sucedido.

Morgan necesita prepararse para lo que sea que me tiene que contar, así que le doy esos pocos minutos, que no me pide, pero que sé que son cruciales para permitirle respirar hondo y ordenar sus pensamientos.

—¿Te acuerdas cuando te dije que Leo y Mario eran un cruel producto del mundo en el que vivieron?. Ese día, en el baile.

Las palabras de Morgan me llevan de vuelta a aquella habitación, trayendo a mi mente el recuerdo de sus dedos hundiéndose en mi piel tras la discusión sobre los Mencía. Sus palabras también llegan, amortiguadas por el placer y la inhibición de todos mis sentidos tras la discusión que mantuvimos.

"Conocen el dolor y la desesperación mejor que tú, y cuando ese dolor físico ya no significaba nada para ellos, se convirtieron en lo que ves ahora".

—Yo también fui un producto de su mundo. Reclutado y adiestrado en la misma academia.

—No entiendo.

—No siempre trabajé de parte de los buenos Lina. A mi hermano Joe y a mí nos reclutaron cuando nuestros padres murieron en un accidente de tráfico. Encuentran a personas como Chester y como yo. Sin lazos afectivos familiares ni amistades que puedan preguntar por tí. El caso de los Mencía es raro. Los eligieron por sus aptitudes. Son pocos los miembros que reclutan sin ser huérfanos. Ese tipo de personas forman parte de la élite —El relato de Morgan capta toda mi atención y sin darme cuenta estoy apretando los puños, ansiando saber toda su historia. Por primera vez alguien se toma la molestia de contarme toda la verdad. Y por su expresión no me cabe duda que le está costando pronunciar cada una de las palabras que suelta.

—¿Qué pasó?

—Éramos...muy cercanos. Cuando llegamos a la academia nos dimos cuenta de que ese era un lugar en el que no te gustaría encontrarte solo. Los primeros días fueron horribles, como para todos allí. Cuando entras, hay una especie de 'iniciación'. Nos acogieron y condujeron hasta una sala donde te presentan a tus compañeros de habitación. Allí todo parecía ir bien, una nueva familia, un nuevo futuro para dos niños que acaban de perder a sus padres y encuentran algo de paz entre personas con la misma historia que tú. Los chicos se acercaron a nosotros y nos ayudaron a colocar nuestras pertenencias. Luego nos asignaron una litera para cada uno de nosotros. Parecían contentos de tener nuevos compañeros y nos dieron una cálida bienvenida. Cuando habíamos terminado empezó la bienvenida de verdad. La iniciación.

Cuando me encuentres (II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora