Caía la noche en el lugar donde Robert y Katsui estaban luchando. El cielo ya se tornaba naranja.
El joven Shaishu estaba en desventaja. Su enemigo era más experimentado y ya había logrado debilitarlo, a tal punto de dejarlo tirado en el suelo, recostado por un árbol.
—Vannijy... —dijo Robert, llamando a su compañero mientras apretaba los puños con fuerza.
Sus garras penetraron la piel de sus palmas, mientras un Jy azul comenzaba a salir de cada poro de su piel, como si se tratara de vapor.
—Robert, aun no estás listo para liberar ese estado... —advirtió el Vannijy—. ¡Perderás el control!
El chico levantó la mirada. Estuvo a punto de liberar su poder, pero Katsui ya le había lanzado una bomba de Jy.
El ataque estuvo a tan solo unos metros de hacer contacto, hasta que otra bomba de Jy salió de la nada, desviando ligeramente la de Katsui para luego estallar juntas a varios metros de ahí.
Entre la nube de polvo que se levantó Robert pudo ver que un chico había llegado al lugar. Tenía el cabello negro y medio largo, el cual le cubría las orejas. El Jy del muchacho no sentía como un humano, pero Robert confirmó sus sospechas cuando el joven se volteó hacia él, pues vio que sus ojos brillaban de un tono dorado.
—U-un Shaishu... —se dijo Robert, asombrado.
—¿Estás bien? —indagó Bastian, acercándose.
—¿Q-quién eres?
—Me llamo Bastian. Soy un Enijy.
El chico le paso la mano a Robert, a lo que este le agradeció por su ayuda antes de tomarla.
El polvo se fue disipando, y Katsui observaba desde la distancia mientras pensaba qué hacer.
Bastian le explicó a Robert muy resumidamente que a él también lo habían atacado hace tiempo. No sabía lo que estaba ocurriendo, y solo tenía claro que estaban buscando a los Shaishus, nada más.
—¿Por qué demonios nadie le dijo a Katsui que había otro Shaishu tan cerca del Vannijy? —Se quejó Katsui, hablándose a él mismo. Luego de un segundo, entendió qué estaba pasando—. Ya veo... Tú debes de ser el Shaishu al que vino a investigar Nuriel... Dime, ¿aún está viva?
—¿Te llamas así? ¿"Katsui"? —cuestionó Bastian.
—Sí... Y por cierto, al menos debiste avisar que venías a interrumpirme.
—Mencionaste a una chica que vino a buscarme. ¿Estás con ella? ¿Qué es lo que buscan de nosotros?
—No tengo porqué darte explicaciones. Además, yo te pregunté primero.
—Hm... No lo sé. Creo que aun está viva. Su cuerpo ya no está donde se supone que debería estar.
"Sabía que esa zorra no iba a morir así de fácil, por más que se tratara de un Shaishu de alto rango", pensó Katsui.
Tal parecía que Nuriel logró llevarse a la boca una de las semillas curativas que le dio Yaika.
—No tengo idea de cuál Shaishu seas —continuó Katsui—, y me dieron la orden de retirarme si me encontraba contigo. Pero estoy seguro que no me dejaras escapar fácilmente... O al menos no sin luchar.
—Piensas bien —sonrió Bastian—. Si te dejo escapar seguro volverán a molestarnos.
—Bueno, ya te diste cuenta que no venía por ti. Así que hagamos un trato: Sales de mi camino y me dejas capturar a ese Vannijy, y te prometo que no te vamos a molestar más. No tenemos porqué preocuparnos tanto por adquirir un Shaishu en específico cuando hay muchos allá afuera.
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Poder Shaishu: La Cacería de Astrid. ©
FantasyBastian, un chico que será testigo de unos extraños acontecimientos, terminará dándose cuenta del abrumador poder que lleva en su interior. Y no tardará en descubrir que no es el único de su clase. Un día, una extraña mujer aparece y ataca a Bastian...