Who Is Him? [Vkook] Omegaverse [Finalizada]

Cuatro

— ¿Sólo te metió los dedos? — Somi seguía insistiendo en el tema, no podía creer la versión de Jungkook, no cuando los ojos ámbar del alfa que la tomó le dieron miedo al momento en que la miró, como una presa, como un pedazo de carne sin ningún tipo de valor. Los omegas recién incorporados se encontraban hablando en la habitación que les fue asignada después de haber presenciado la bochornosa pelea entre las dos omegas mayores que fueron detenidas y castigadas por el personal del lugar.

— Él sólo quería besos — volvió a afirmar Jungkook.

Eso era algo que también desconcertaba a la omega de piel pálida y cabellos castaños, durante su "servicio" al alfa este no la besó una sola vez, él solo quería penetrarla bruscamente, no entendió nada cuando ya estaba siendo "tomada" sobre la enorme cama y el hombre bufaba como un animal cada que ingresaba.

Jungkook le acarició el cabello, él solía mostrarse cariñoso con ella, la concebía como una hermana pequeña, aunque Somi era un año mayor que él — lo lamento nona.

Somi no tuvo que decir nada, Jungkook la conocía desde pequeña tenía esa facultad de ver a través de sus muecas, los ojos de la omega se aguaron, había sido francamente espantoso...además de doloroso y ¿así sería con cada alfa? suspiró resignada — ¿Vamos a hacer ejercicio? — cambió de tema, pensar en que ya tenía en lista de espera para la próxima semana a nada menos que 53 alfas le puso los vellos de punta.

La zona en donde "se hospedaban" a los omegas estaba adecuada con todo tipo de "lujos" para su cuidado, spa, gimnasio, comedor, piscina y demás sitios en los que podían acondicionar su cuerpo era ofrecidos en el lugar, pues se les exigía, una presentación perfecta, una piel sana y brillante y un cuerpo tonificado.

Estaban trotando en la banda después de unos veinte minutos de ejercicio cuando Somi no pudo evitar hacer la pregunta, tenía miedo, siempre escuchó que Jungkook por ser un omega macho iba a ser increíblemente apetecido por alfas, era una rareza e increíblemente precioso — ¿Cuántos te asignaron para la semana entrante?

Jungkook la miró de reojo en lo que aumentaba la velocidad de la caminadora — veinte.

La omega detuvo su trote en la banda — ¡¿veinte?! pero eso va a hacer que te saquen muy pronto.

— No tiene que ver conmigo. Al parecer es muy importante que sea el joven maestro Kim el primero en entrar en mí y no puede hacerlo sino hasta el miércoles, o eso fue lo que le entendí a Eumi-ssi.

La omega experimentó una sensación de alivio, puede que Jungkook no fuera muy expresivo sobre sí mismo, pero era lo más cercano que tenía a una familia en ese lugar y quería permanecer junto a él todo el tiempo que fuera posible.

— ¿Por qué crees que el joven maestro Kim no te tomó?

— No sé — Jungkook sinceramente no lo entendía y si le preguntaban a profundidad, no le importaba.

[...]

— Padre... no entiendo, ¿por qué es tan importante? — Taehyung volvía protestar la mañana del miércoles cuando se le había anunciado que volvería a ver a Jungkook.

— Porque pagué una cuantiosa suma de dinero por ese omega y no voy a recibir algo diferente a cambio.

— Hoy tengo clases hasta las cinco — aclaró el alfa.

— Lo justo, programé la cita a las 6. De la universidad al Imperium no hay más de 40 minutos en automóvil. Puedes pasar toda la noche con él.

El corazón de Taehyung se agitó, la vez pasada se logró excusar con la premura del tiempo, y en esta ocasión no quería volver a ver a Jungkook, había soñado con sus suaves jadeos al menos dos noches en esa semana y no sabía si iba a poder contenerse. Además de seguir sintiéndose extraño por dejar que ese pueril contacto lo afectara más de lo esperado, era patético o al menos eso pensaba.