Treinta y nueve.

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Taehyung fue hasta la cocina como indicó su madre después de que finalizaran su encuentro, para recoger los alimentos que iban a comer él y Jungkook, por el momento era prudente no presentarlo ante los empleados de la casa aunque le tocó solicitar ayuda con la puerta de su habitación cuando tuvo la intención de abrirla ya que tenía las dos manos ocupadas con una bandeja.

Habían pasado cerca de dos horas desde que dejó a su omega allí, el cual estaba encogido en posición fetal sobre la cama respirando despacito por lo que pudo deducir que se encontraba durmiendo, los rayos moribundos del sol le bañaban la cara al menor, el corazón del alfa dolió al percatarse de que el chico estuvo llorando, tenía las mejillas enrojecidas y los ojos inflamados como evidencia.

Dejó la bandeja con la comida a un lado y se apoyó con suavidad sobre la cama para separar los cabellos negros del omega usando sus dedos, hizo salir más de su aroma, empeñándose en que fuera reconfortante como una taza de café caliente cuando el frío arrecía afuera, quería sofocar el helaje que residía en el corazón del omega, se angustió un poco al concluir que todavía no tenía certeza de lo que fuera a suceder con ellos, pero también resolvió que nada obtenía sofocándose en preocupaciones al menos lo que restaba ese día, por lo que se sumergió en los detalles que conformaban la expresión tranquila del menor, sus pestañas, sus labios abultados, el lunar que descansaba debajo de estos y en general, cada parte que hacía precioso a ese chico.

Unos cinco minutos después Jungkook despertó abriendo sus ojos con lentitud debido al reconfortante masaje que estaba recibiendo en su cabeza.

—¿Quieres algo de comer? traje bulgogi, sopa y otras cosas que podrían gustarte—ofreció el alfa cuando esos ojos negros y destellantes lo miraron.

Jungkook se frotó los ojos para espantar el sueño que todavía hacía presión para que los mantuviera cerrados, hace una semana no dormía con esa tranquilidad por lo que se sentía embotado, se incorporó y casi se queja al notar que Taehyung se levantaba de la cama para ofrecerle la comida que trajo en la bandeja. Se dedicó a abrir la boca para recibir los bocados de alimento que le acercaba el mayor en una actitud mimada que descubrió le encantaba tener cuando su alfa estaba cerca.

—¿Por qué llorabas?—era bastante alta la posibilidad de que Jungkook no respondiera pero el alfa no quería pasar por alto ese evento, pues eran pocas las ocasiones en las que el menor le daba rienda suelta a sus emociones.

—No sé. Sentí ganas de llorar—respondió sin sostener la mirada del alfa—pero ya se me quitaron.

—¿Seguro?—inquirió el mayor instando al omega a que levantara el rostro empujándolo un poquito hacia arriba con uno de sus dedos desde la barbilla.

—Sí. Su olor me tranquiliza—aclaró con franqueza—¿Qué dijo su madre?

Taehyung se fijó en como el chico se estrujaba los dedos en un gesto que él leyó como miedo o preocupación— va a tratar de convencer a mi padre de que te deje permanecer aquí—Ante la pérdida de brillo en la mirada del menor el alfa habló nuevamente—sea cual fuere su decisión me voy a ir contigo, voy a permanecer contigo no importa que.

Los ojos del menor refulgieron en esperanza y su corazón descansó un poco—¿Sí?

Taehyung aproximó su rostro al del contrario y refregó con mimo la nariz en la del omega que suspiró en alivio—te lo prometo.

—¿Iría a Busan conmigo?—se animó a preguntar pues ese deseo se había implantado en su ser con más fuerza después de escuchar lo que dijo Jimin sobre el pueblo al que probablemente pertenecía.

—Iremos cuando no estés en peligro.

—Soy un lobo byeol—le explicó para que el contrario entendiera su urgencia aunque esta era imperceptible para Taehyung que lo notaba sereno ya que Jungkook se acostumbró a no revelar sus emociones en su semblante.

Who Is Him? [Vkook] Omegaverse [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora