Who Is Him? [Vkook] Omegaverse [Finalizada]

Ocho

Taehyung detallaba la escultura hecha en algo que parecía ser aluminio y otros materiales mientras pensaba sobre los misterios que envolvían a Jungkook que como con esta pieza le generaban curiosidad, quizá  el encuentro que tendría más adelante con él hiciera que no lo pudiera apartar de su cabeza al omega y es que aunque consideró no volver a ir a verlo, terminó cediendo, quizá era el enigma que lo envolvía o que le encantaba su olor, el tacto de su piel, el brillo en sus ojos o la atención que le prestó cuando le explicaba cosas cotidianas, Taehyung se sentía muy cómodo cuando estaba con él y eso a veces lo asustaba. ¿Jungkook lo acompañaría a una exposición de arte? se preguntó dejando el pensamiento tonto de lado tan rápido como llegó... nadie en su círculo cercano compartía su gusto por conocer museos, galerías o exposiciones al aire libre y no sabía cómo era el horario de Jungkook, es más no tenía idea de cómo hablar de aspectos personales con él, no sabía nada, quizá eso lo mantenía intrigado pero el Omega parecía bastante leal a las políticas del lugar en donde ofrecía sus "servicios".

Taehyung se perdió en sus pensamientos y salió de estos casi de un brinco al notar la altura en la que estaba el sol, miró la hora en su reloj de pulsera y el estómago se le estrujó en una emoción confusa, faltaba medida hora para su "cita" con Jungkook por lo que salió de la exposición en medio de la plaza y emprendió camino hacia el Imperium.

El joven alfa estaba emocionado, según él tenía suerte, pudo volver a verse con Jungkook en menos de dos semanas, había varios horarios disponibles con el omega y no tuvo que esperar tanto como la vez anterior. Al momento de ingresar al piso exclusivo de hotel el mismo hombre en la recepción le entregó la tarjeta está vez sin solicitarle ningún tipo de firma ya que el contrato que se firmaba estipulaba servicios y compromisos prestados por un año.

Taehyung acercó la tarjeta al lector y llamó con voz suave en el momento que asomó la cabeza para mirar dentro—¿Jungkook?

—Joven Taehyung bienvenido.

Un par de mariposas le volaron en el vientre al notar que el omega lo había llamado por su nombre sin que tuviera que pedírselo de forma explicita. ¿Habría dejado una buena impresión en el menor la ocasión anterior?

—¿Gusta algo de beber?—preguntó Jungkook como era costumbre.

—¿Hay soda? tenía algo de prisa y me dio sed— se explicó innecesariamente mientras se le dibujaba una sonrisa boba.

—Hay agua con gas—señaló Jungkook mirando hacia el minibar.

—Agua con gas está bien—respondió el alfa terminando de desclasarse y colgando su chaqueta en el perchero de la entrada.

Cuando el alfa reparó en la figura del omega notó que estaba más delgado, pero no mencionó nada, esas clausulas de "no hablar de la vida personal del omega" eran un verdadero incordio tendría que pensar bien como sacar información. Jungkook se volvió con el vaso en la mano y se lo tendió. Taehyung lo bebió de un solo trago en un intento de distraerse del potente aroma del chico, bastante potente en comparación a la vez anterior, su alfa le arañó las entrañas para que se lanzara sobre ese omega con tan increíble aroma que le estaba causando problemas para mantener sus instintos a raya.

—¿No va a sentarse?

Taehyung lo estaba dudando porque sabía que no se iba a retener si Jungkook se sentaba en su regazo, el omega estaba ajeno a todo lo que su presencia desataba en el lobo del alfa y esto lo desquiciaba.

Jungkook miró al contrario tratando de entrever que era lo que le sucedía y se acercó dos pasitos hacia este, con delicadeza posó sus manos en los hombros del mayor y cuestionó—¿le pasa algo?

—¿Puedo besarte?—preguntó con urgencia Taehyung, no logró dejar de desearlo, no cuando Jungkook olía así, cuando lo tenía tan cerca. Maldito instinto, malditas hormonas, maldito él y su curiosidad y su lobo. ¡Malditos todos!