Cuarenta y seis

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Jungkook miraba con desconcierto la canasta con frutas y carne que estaba en la entrada de la que sería su vivienda desde que llegó a la manada de las estrellas.

—Te están cortejando—anunció Mok con una expresión de picardía saltando de sus cejas al observar el cesto, este tipo de situaciones le emocionaba. Mok era el que por lo general iba a darle los buenos días al menor, al tener dos hijos de una edad similar a la de su sobrino asumió el cuidado de Jungkook casi como un padre durante los poco más de cinco meses que llevaba viviendo con la manada de la roca, en donde finalmente decidió vivir en un lugar distinto al de sus abuelos debido a su falta de costumbre por convivir con otros, aunque solía visitarlos con frecuencia ya que, por lo general era agasajado con sendos banquetes y muestras de afecto por parte de sus abuelos, quienes además le compartieron muchas de los que en su momento fueron pertenencias de su padre Omega.

—¿Cortejar?—Jungkook miró la cesta con una actitud lejana y circunspecta.

—Hay varios alfas interesados en tí— explicó Mok con un tono jovial en su voz. Para nadie era indiferente la belleza del omega que de forma más reciente se incorporó en la manada y al involucrarse más en las actividades de la misma había despertado el interés de varios de los jóvenes alfas que la habitaban y con los que en ocasiones entrenaba.

—Yo ya tengo un alfa.

Mok abrió los ojos en patente sorpresa tanto por la afirmación como por el tono con el que fue dicha, si bien Jungkook se había estado adaptando a la convivencia con los otros cambiaformas asimilando su rol en siembra y cosecha y entrenando a su lobo para convocarlo a voluntad y no solo para escapar del peligro, era poco lo que le había abierto el corazón a su familia, no hablaba más de lo necesario y se limitaba a responder de forma puntual a las preguntas que le hacían o a escuchar cualquier anécdota que la gente estuviera dispuesta a contarle. Siendo su tío Mok la persona con la que más se expresaba porque era de una personalidad curiosa.

Ante la declaración del menor el omega de más edad miró fugazmente el cuello del chico a pesar de tener claro que no iba a encontrar una marca en ese lugar—¿tienes un alfa?—quiso confirmar.

Con esos ojos brillantes y bonitos Jungkook asintió suavemente. Cuando salió de la casa de los Kim, Taehyung no salió de su corazón y lo reconocería como su alfa sin importar cuanto tiempo pasara. Él y su lobo lo esperaban.

—Y… ¿Dónde está?—quiso saber en medio del desconcierto pues la convicción del más joven era apabullante.

—En Seúl, vive con sus padres y dos hermanos.

Mok se tomó un pequeño momento para pensar cómo iba realizar la pregunta—y ¿por qué no vino contigo?—además de… ¿Por qué nunca hablaste de él? O mejor ¿Por qué no había aparecido? ¿Qué clase de alfa dejaba a un Omega a su suerte?

—Me separé de él para protegerlo—y ese nudo que mantenía unido el corazón de Jungkook se apretó un poco. En ocasiones se aflojaba ante la falta de convicción promovida por la añoranza, la nostalgia y los fantasmas de los besos y caricias que tanto le gustaban.

—¡Listo para la sesión de hoy!— Shangun habló con firmeza y una sonrisa en la cara dejando a Mok con la siguiente pregunta en la punta de la lengua. Contrario a lo que pudiera pensarse sobre el alfa que iba a heredar el liderazgo de la manada, con el paso de los meses comenzó a apegarse más a Jungkook y a protegerlo. En un inicio todo el resentimiento que sentía por el asesinato de su hermano floreció al no poder encontrar en la llegada del joven omega respuestas, pero volvió a apaciguarse, dando lugar a su personalidad principalmente protectora que chocó en su momento con la impetuosidad de Yunjun quien no soportaba que su hermano lo tratara como una flor delicada por solo ser omega, Jungkook, en cambio, solia mostrarse tranquilo frente a sus instintos protectores por lo que se ganó el cariño del alfa sin proponérselo.

Who Is Him? [Vkook] Omegaverse [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora