NARRA NATALIE:
Fui al mercado para comprar otra bolsa de frituras, ya sabia que Niall las habia tomado, pero hoy no tenia ganas de hacerselo pagar, asi que preferi comprar otras.
Llegue al supermercado y entre inmediatamente yendo directo hacia el pasillo de las frituras.
Era el paraíso! Todas las frituras que podía imaginar se encontraban en este estrecho pasillo.
Trate de decidirme sobre que frituras llevar, pero después de unos intentos fallidos me rendí y tome una de cada una.
Llevaba mas de cien bolsas de frituras, me iba a costar caro, pero por suerte tenia mis ahorros desde los 16 años, asi que si me iba a alcanzar el dinero.
Me dirigí a la caja y el chico que me cobraba abrio los ojos como platos al ver lo que me llevaba.
-Estas segura de querer llevar todo eso?- me pregunto inseguro
-Claro- le conteste con una sonrisa
-Es para una fiesta cierto?- me pregunto todavía dudoso
-Oh no, todo es para mi- dije una tanto incómoda
-Se te van a tapar las arterias- me advirtió
Yo me encogí de hombros y conteste:
-Al menos moriré feliz- ahí se acabo nuestra conversación
Después de pagar las frituras, salí con demasiadas bolsas rumbo a la casa, eran muchas bolsas!
Cuando llegué a la casa tuve que tocar el timbre, ya que aun no tenia la llaves de la puerta.
Liam me abrio y cuando me vio parecia que se le iba a caer la boca de tanto que la abrió.
-Que solo te quedaras ahí viendo?- le pregunte con sarcasmo, a lo que el me ofreció una mano para ayudarme con la mitad de las bolsas.
Entramos al salón y ahí estaban todos los chicos desparramados en el sillón que ocupaba media sala
-Llegue!- les anuncie
-Que me has...?- pregunto Niall volviendose y abriendo los ojos como platos al ver mi mercancía, al igual que los otros chicos
-A ti nada, por haberme quitado mi bolsa de antes- le dije y en un gesto demasiado infantil le saque la lengua.
-Oh vamos... Es que tenia antojo- dijo haciéndome puchero
-Ni que estuvieras embarazado- le conteste a lo que todos explotaron en risas
-Agora vagos, ayúdenme a acomodar todo esto- les exige
Los cuatro (todos menos Liam) comenzaron a quejarse, a lo que respondí:
-O mueven sus bellos culos hacia la cocina para ayudarme, o simplemente voy por la tijeras y los obligo por las malas- les advertí en tono macabro.
Me resulto casi comico la rapido que se levantaron y corieron hacia la cocina, vivir ahí iba a ser el paraíso para mi.
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Hola! Saben las demas escritoras piden cierta cantidad de votos para subir el siguiente capitulo, antes no me gustaba hacerlo... Pero como casi nadie comenta y vota comenzare a hacerlo.
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Ya creo en el destino (One Direction)
Fanfiction(tn) Thompson nunca ha creído en el destino, podrá la banda mundialmente famosa One Direction hacerla cambiar de opinión? Descúbrelo leyendo esta novela que tendrá sus altos y bajos pero estoy segura que les encantara!
