33 | CONSEJO DE GUERRA

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Joanna Baratheon y Asher Oscura llegaron a Castle Black dos días después de que Jon aceptara luchar en la guerra contra los Bolton. Cuando llegaron al castillo, Alayna estaba allí para saludarlos, y lo primero que hizo Joanna cuando vio a su amiga fue agarrarla del brazo.

—¿Es verdad? —preguntó Joanna—. ¿Roose Bolton está muerto?

Alayna asintió—. Sí, recibimos un cuervo de Ramsay Bolton autoproclamándose Guardián del Norte.

Los hombros de Joanna se hundieron ligeramente—. Me alegra que ese traidor esté muerto, pero desearía haber sido yo.

—Está muerto —dijo Alayna—. Y eso es todo lo que importa. Ven, tenemos un consejo de guerra al que asistir.

Alayna lideró el camino a la reunión del consejo y encontró a sus aliados ya en el lugar. Alayna se acercó a Jon y miró el mapa que estaba sobre la mesa que tenían delante. Había una piedra en el Muro con el sigilo Stark, así como otras piedras que representaban varias casas esparcidas por el Norte.

Sansa, Brienne, Edd, Sir Davos, Alden, Joanna, Asher, Melisandre y Tormund estaban reunidos alrededor de la mesa, observando el mapa y dándose cuenta de que las piedras enemigas superaban en número a los Stark.

—No podemos defender al Norte de los Caminantes y al sur de los Bolton —dijo Jon—. Si queremos sobrevivir, necesitamos Winterfell y tomarlo requiere de más hombres.

Jon arrojó una piedra sobre el mapa y se alejó. Alayna señaló el mapa—. Además de los Stark y los Bolton, las casas más poderosas del Norte son los Umber, los Karstark y los Manderly.

—Los Umber y los Karstark ya se declararon a favor de los Bolton —dijo Sir Davos—. No serán de mucha ayuda.

—Los Umbers entregaron a Rickon a nuestros enemigos —dijo Sansa con amargura—. Que se mueran. Pero los Karstark apoyaron a Ramsay sin saber que había otra opción.

—Disculpe, mi señora, pero ellos saben que un Stark decapitó a su padre —dijo Sir Davos—. Dudo que tampoco contemos con ellos.

Joanna habló—. No creo que podamos, pero los Karstark asesinaron a dos niños Lannister desarmados. Por lo que a mí respecta, no necesitamos preocuparnos por su casa.

Alayna recordó haber visto a Lord Karstark perder la cabeza, recordando el golpe fatal de Robb con su espada que finalmente hizo que el ejército Karstark lo abandonara. Su asesinato a sangre fría de dos niños había llevado a la decisión, y Alayna recordaba los sollozos de Joanna cuando los pusieron a sus pies, muertos.

—¿Qué tan bien conoce el Norte, Sir Davos? —preguntó Sansa.

—Muy poco, mi señora.

—Mi padre siempre decía que los norteños son diferentes. Más leales —dijo Sansa—, más desconfiados de los instrusos.

—Tal vez sean leales, pero ¿cuántos se rebelaron contra los Bolton al traicionar a su familia? —preguntó Davos. Sansa se quedó en silencio—. Puede que no conozca el Norte, pero sí a los hombres. Es muy similar en cualquier lugar, y ni el más valiente quiere ver a su esposa e hijos desollados por una causa perdida. Para que Jon los convenza de pelear a su lado, necesitan creer que es una pelea que pueden ganar.

—Hay más de tres casas en el Norte —dijo Jon—. Glover, Mormont, Cerwyn, Mazin, Hornwood, Oscura. Dos docenas más. Juntas equiparán a las demás. Podemos empezar poco a poco.

Sansa espetó—: El Norte recuerda. Recuerdan el apellido Stark. Por ello, aún lo arriesgarán todo. Desde Puerto Blanco hasta la propia puerta de Ramsay.

BLACK BLOOD | Jon SnowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora