Regresé y lo conquisté todo

Capítulo 7 - Mercado negro (1)

Traducido por: Eila
Editado por: Eila

Mercado negro (1)

Sentado en el asiento trasero del coche que conducía el secretario Kim, cerré los ojos y concentré mi mente en el núcleo de maná que residía en mi cuerpo.

Sus capacidades no podían ni siquiera medir el núcleo de Seo Jin-wook.

Tal vez fuera porque el cuerpo no estaba aún en estado de despertar, por lo que [Los Ojos del Sucesor] no cuantificaba el maná de Seo Jin-wook.

Estaba ocupado tratando de preactivar una cantidad de maná mientras estaba en tránsito.

Independientemente de los artefactos que obtuviera hoy, necesitaba gastar maná para que me reconocieran como usuario.

La gente normal no podía activarlo hasta que despertara, ya que no sentía el maná en su cuerpo, pero mi situación era diferente. Al concentrar mi mente durante mucho tiempo, efectivamente, se produjo el fenómeno esperado.

'¡Wow!'

Sólo pude gritar interiormente ya que no quería que el Secretario Kim se diera cuenta.

'¡Bien, está reaccionando!'

Hasta ahora, el maná latente que había estado en el núcleo, declarando su presencia como el peso del agua del mar, llenaba un enorme acuario y se había quedado quieto.

Pero ahora, una pequeña fracción de él había creado una débil ola.

Activar el maná latente significaba atraerlo a una zona en la que pudiera controlarlo a su voluntad.

A diferencia de Seo Jin-wook, que activó incontroladamente el maná en un estado de desenfreno antes, yo conseguí controlarlo y activarlo con una mente extremadamente concentrada.

Todo fue gracias al recuerdo de la dureza de tener que practicar como Choi Seung-hyun, que tenía un maná relativamente pequeño como una gota de agua. Quizás era humedad comparada con el potencial maná de Seo Jin-wook que era como el océano.

Así que logré activar bastante el maná.

"Despierta, Jefe Equipo. Estamos aquí".

Dejé de hacerme el dormido y abrí los ojos. Ví una zona repleta de almacenes como la del puerto de Incheon.

Disimulando mi alegría, hablé con el Secretario Kim mientras me estiraba.

"¿Recuerdas todas las precauciones?"

"Por supuesto".

Frunció el ceño mientras empezaba a responder.

"Pero, Jefe de Equipo, ¿cómo supo de un lugar como éste?"

"Bueno... En primer lugar, porque soy el sucesor".

El secretario Kim ladeó la cabeza, pero finalmente se convenció.

No sabía si el Gremio Dragón Celestial compartía ese tipo de información con Seo Jin-wook en este momento. Pero no hizo más preguntas.

"Bien, toma esto".

El secretario Kim me entregó un objeto del almacén del Gremio.

¡Plof!

Una cosa gelatinosa opaca e incolora rebotaba lentamente, una en cada mano del secretario Kim y en la mía.

Se llamaba la Baba de la Máscara. Este objeto fue capturado en el calabozo.

Fue una controversia, discutiendo si era un ser vivo o no, hasta el día en que viví. Por supuesto, fue sólo hasta los días en que la sociedad seguía existiendo.