Encerrados

Cap. 18

Carina se golpea mentalmente por no haber sido el testamento lo primero en investigar. Da unas pistas muy importantes. Mientras apunta unas cuantas notas en unos papeles, llaman a su ventana. Da un brinco por el susto pensando en que puede ser tanto Aryana la fantasma, como su hermana como... oh, pero si es Dante. Arruga la frente y va a abrirle.

- ¿Estás loco? -susurra empujándolo del hombro.

- Puede ser -murmura y entra al interior.

- ¡No es divertido! Te dije que mi padre está muy raro estos días. Como te vea, te va a matar -le advierte con el dedo índice y él sonríe divertido- Tienes un sentido del humor muy raro.

Él pone los ojos en blanco- He visto como se iba con el coche.

Relaja su expresión- Oh... ¿Estaba mi madre con él?

Se encoge de hombros- Ella no ha salido, creo.

- ¿Y se puede saber qué haces aquí? -se cruza de brazos.

- No respondías al móvil y me ha extrañado -se limita a responder.

- Nos han quitado el móvil a Iván y a mí -explica y Dante arruga la frente- Nos sabemos qué se le está pasando por la cabeza.

- Vaaale, tu padre cada vez está más raro -se pasa una mano por el pelo.

Se quedan en silencio por un rato- Mira, creo que deberías irte antes de que vuelva mi padre...

- No me va a pasar nada sino hablamos muy alto -sonríe como un angelito.

Carina parece dudar, pero accede- Está bien, mira lo que he descubierto -va hacia la cama y toma el libro entre sus manos- El testamento de Emilio Berlusconi.

Lo señala y Dante lo ojea- ¿Crees que por eso no puedan fallecer?

- Había pensado lo mismo justamente -lo mira expectante y se acaricia la barbilla.

- Interesante, muy interesante...

Ojea más páginas hasta que Carina llama su atención- ¿Recuerdas las palabras de Aryana cuando se nos apareció?

- ¿Cuáles? -pregunta curioso.

- Las que dijo antes de esfumarse: nos veremos donde todo acabó una vez y volvió a empezar para continuar.

- Oh, el acertijo indescifrable. No, nadie le prestó atención porque estábamos más preocupados porque te matara -ella niega con la cabeza sonriendo.

- No sé qué pueda ser. Está claro que se refiere a este pueblo -se sienta en la cama cruzándose de piernas- Tal vez sea en la antigua casa de los Berlusconi, pero no sabemos cual es -se encoge de hombros- Aún.

- Conociéndote, seguro que lo descubres -deja el libro y se acerca para darle un beso. Ella lo continua pasando su mano por el pelo de él.

Escuchan como la puerta principal se abre y se cierra. Se miran entre ellos con cierto temor porque el padre los descubra. Enseguida alguien llama a la puerta de Carina y ambos dan un salto por el susto. Pero solo es su madre.

- ¡A cenar! -exclama desde fuera.

Ella responde sin más- ¡Voy!

Escucha que también llama a la puerta de Iván y él sale. Dante y ella se levantan de la cama y se acercan a la ventana.

- Nos vemos mañana -sonríe él.

- Es sábado -se ríe.

- No importa, nos veremos igualmente -le da un beso suave en los labios y se despiden.