Cap 21

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Carina siente una ola de rabia- ¡Eres un monstruo! ¡ARGH! -grita yendo a por él.

Han disparado a uno de los amigos y eso no lo van a perdonar. Se interpone en el camino de ellos, y a pesar de Dante gritar que no para que no le hagan daño a ella también, se dispone a hablar más seria que nunca. Él sonríe como un desquiciado.

- No has ganado -sentencia con su dedo índice.

Sin embargo, se gira hacia Aryana y el padre arruga la frente en confusión. Al parecer él pensaba que lo iba a atacar. Pero se le olvida que ella es más inteligente.

- Aryana, tienes que perdonar a Alonzo -exclama desesperadamente parándose frente a ella.

- ¿Qué está pasando aquí? -exclama la directora encendiendo la luz que todos en su día la buscaban y se miran extrañados. Aunque con la adrenalina y el corazón en un puño, nadie sabe qué hacer.

- Tenéis que perdonaros para marchar de este mundo -vuelve a decir Carina poniéndose al frente.

- ¿Qué? -pregunta Aryana confusa.

- Vuestro trabajo pendiente... -murmura con su pecho subiendo y bajando a toda velocidad.

Beatrice sigue sosteniendo la herida de Adriano y mira la escena con lágrimas en los ojos y en todo su rostro. La madre se quita la bata y la hace una bola para presionarla en el estómago del herido.

- Yo... -Alonzo llora- Lo siento muchísimo.

Aryana está impactada, pero mira a sus hermanos con pena- Yo... os perdono -mira a Antonella- Podrás ser feliz con tu marido al fin -después mira a Alonzo- Y podrás dejar de sentirte culpable por un accidente, no un asesinato -puntualiza- Estabais ciegos de ira, yo... solo me quiero ir ya.

Los dos aludidos lloran. Sienten una pena tan grande. Habían estado todos estos años sintiéndose culpables por la muerte de Alejandro y de Aryana.

- Siento tanto haberte encerrado en este psiquiátrico de mierda -llora Antonella acercándose a su hermana.

Aryana empieza a deslumbrar más de lo normal. Salpican chispas y obliga a todos retroceder unos pasos. Cada vez es más clara, está desapareciendo lentamente.

- No podía irme por ser la última heredera, pero los he encontrado. Dos de mi misma sangre y os he perdonado, por fin puedo irme en paz -murmura y acaba desapareciendo.

- Antonella, ¿qué sucede? -llega el conserje de pronto. Mira toda la escena con confusión.

- Oh Antonio, al fin nos podemos ir y ser felices -se abrazan con lágrimas y también empiezan a desaparecer.

- No, pero, yo no estoy desapareciendo... -se asusta Alonzo y se mira las manos.

- Porque también tienes que perdonarte a ti mismo -le dice Carina con cierto alivio en el pecho. Al final ella tenía razón, tenían trabajos pendientes.

- Lo siento tanto -cae de rodillas- Tenía un mal negocio, pero no soy un asesino.

Carina de acerca a él- Porque no lo eres... Él -mira a su padre- Mi padre... te ha manipulado.

- Lo siento -murmura y va desapareciendo- Gracias, de verdad, sobrina.

Mientras desaparecen Antonella, el conserje y Alonzo, Carina mira a Dante y sonríen aliviados. Su corazón se va relajando, hasta que su padre grita desesperadamente.

- ¡No! -mira a su hija con rabia. Intenta atrapar a sus hermanos, pero ya han desaparecido. Se gira hacia Carina- ¡Tú! Pero... todavía estoy a tiempo...

Al final simplemente quería matar por matar, él se movía por venganza y rabia. Se abalanza contra Carina con el cuchillo y caen al suelo. Dante se acerca para defenderla, pero justo en ese momento se para todo por unas voces.

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