Capítulo 15: Sin aliento

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Sin darse cuenta ya habían pasado dos años desde que ambos vieron a un fantasma por primera vez. Aprendieron mucho y estaban casi seguros que entendían sus comportamientos por completo...

[Alphonse 22 años, Derek 23 años]

—Tranquilo...

—No me puedo calmar si me dices "tranquilo". Al, por favor ya no digas nada—dijo con su típica cara seria, contenido en sus ojos los altos nervios.

Alphonse suspiró, rodó un poco los ojos y, se sentó a su lado dentro del carruaje. Tomó su mano, envuelta en ese delicado guante blanco y la sostuvo en silencio mientras se recostaba en su hombro.

—Si algo pasa, por favor no te vayas.

—No lo haré—contestó Al con seriedad, tratando de demostrarle seguridad.

El carruaje se detuvo después de unos minutos, frente al salón más elegante de todo el país; el salón Lutierhas.

La decoración y la estancia eran muy refinados, con hermosos candelabros hechos con joyas, cortinas de seda en grandes ventanales, alfombras, muebles de cedro blanco y columnas esculpidas con elegancia.

Los pianistas y violinistas que se presentarían hoy ante el público tenían que estar más temprano que cualquiera. En total eran dieciséis parejas quienes tocarían frente a persona de la nobleza, los más cercanos a la corona, y entre ellos el más importante de todos; el juez que escogería a los cinco mejores. Enviado personal de la reina.

—Alphonse, Derek—llamó alguien detrás de ellos.

Era Dorian Roswood, y al igual que ellos se veía bastante guapo con su atuendo elegante. A su lado caminaba un joven dos años menor que él. Veinticuatro años, bajo en estatura, delgado, ojos cafés, con un rostro bastante agradable, de facciones delgadas y bonitas, de cabello castaño y lacio.

—Hola Dorian—saludó Al.

—Por fin hoy es el día. El representante de la reina por fin comenzará a elegir a sus músicos—dijo emocionado. Miró al joven a su lado y añadió—Ah, antes de seguir hablando quería presentarles a mi violinista, Jonathan Roid. No lo digo porque esté conmigo, pero es muy bueno, así que prepárense—dijo sonriendo.

—Lord Roswood, está exagerando—respondió Jonathan tímido.

—Es bueno confiar en el otro—comentó Al con una sonrisa—Buena suerte joven Roid. Confía en tus propias habilidades y lo harás bien.

—Gracias joven Tzara.

—También estoy seguro de que lo harán bien—dijo Dorian. Se dirigió a Derek y añadió—Estoy emocionado por escucharte tocar. He escuchado a Alphonse, pero a ti sólo te escuché una vez, y fue en tus inicios. Ahora debes ser muy hábil.

—Gracias. He estado practicando mucho estos últimos años—dijo Derek con un rostro no tan alegre. Parecía estar en otro lugar.

Hablaron un poco más hasta que fue el momento de prepararse. El público ya estaba presente, por lo que todos los músicos se reunieron en una habitación que conducía al salón principal, esperando su turno. Derek y Alphonse serían los octavos en pasar a tocar.

Todo el lugar, incluido el techo, eran tan amplios que Derek comenzó a entrar en pánico de sólo ver el salón. Y más cuando las personas comenzaron a escucharse desde lejos junto con la música de los dúos.

—Sebastian, escucha—Al se lo llevaba a un lugar apartado y revisó que estuvieran solos—Sólo tienes que mirarme a mí y al piano—dijo, con una mirada serena y una voz baja—Imagina que sólo estamos los dos, como muchas veces lo hemos hecho.

El músico de la muerte© [Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora