La bondad y la maldad.
Luz y oscuridad.
El dios de la vida y el de la muerte tenían muchos desacuerdos, excepto en una cosa:
"Hay muchas muertes injustas, y las almas en pena deambulan perdidas por doquier..."
Necesitaban un "mensajero", alguien que representara a ambas entidades, en el mundo de los mortales.
Luego del desayuno ambos tomaron sus caballos y dieron un paseo por el bosque.
La propiedad de los Tzara era enorme y pacífica. Con árboles de cedro, pino y roble, un hermoso lago y una cabaña para pasar las tardes de verano.
Todo eso hacía que Derek se preguntara a veces:«¿Cómo un plebeyo como él, con sólo un poco de dinero, podía estar en un lugar así, junto a un noble?»
Sabía que los demás lo miraban mal. Desaprobaban su amistad en todo sentido, no lo creían digno de tocar junto a Alphonse Tzara. Pero también sabía que a Al no le importaba nada de eso.
Entonces, poco a poco, Alphonse le demostró que su relación era más importante que todo lo demás. Y Derek pudo estar un poco más tranquilo.
Se sentía a salvo con sólo un par de palabras, y su compañía...
Llegaron al lago. Y de inmediato Derek notó una sábana blanca tendida entre el césped y las flores, y sobre ella, una pequeña caja.
—Vamos, allí está tu regalo—exclamó Al, lo tomó de la mano y lo llevó apresurado.
Derek sonrió y aligeró su cuerpo. Se sentaron en la sábana, y Al le dio la caja.
—¿Quieres abrirlo ahora? —preguntó emocionado. Se notaba lo entusiasmado que estaba, con sólo verlo a los ojos.
Derek notó esto. Rodó los ojos sin quitar la sonrisa en sus labios, y quitó la tapa.
Un par de hermosos guantes blancos, de tela fina y delicada, con costuras apenas visibles.—Te verás muy bien con ellos cuando toques el piano, ¿no crees? Los guantes son muy útiles para un pianista...—dijo Al, bajando la mirada hacia el regalo. Y tomándolo de la mano, comenzó a ponerle uno.
Derek se sintió eufórico ante ese gesto, y guardó silencio. Mirando como esas manos, tan blancas como la leche, tocaban las suyas.Estaba más que feliz. La persona que tanto amaba...era muy buena con él.
No sabría decir cómo exactamente, pero en un gélido invierno, cuando Derek tenía diecisiete, casi por cumplir los dieciocho, se dio cuenta, que estaba perdidamente enamorado de Alphonse.
Tuvo un sueño, en donde Al lo acariciaba, se colgaba de su cuello, y lo besaba.Ese sueño lo sacó de sus mentiras. Las cuales se decía, para tratar de ocultar sus sentimientos.
Se decía que su afecto por él era sólo amistad, que no había nada más.
Pero luego de eso, no tuvo más opción, que caer rendido ante su corazón.Si algún día estaba seguro de que Alphonse podría sentir lo mismo, le diría sus sentimientos, pero mientras tanto, no haría nada. O al menos eso pensaba, ya que temía que sus tontos impulsos lo hicieran cometer alguna estupidez.
—Te quedan bien—dijo Al—La tela es de las mejores que hay, y tus dedos se deslizarán más fácilmente por las teclas.
Noté que los que tienes ya están muy gastados...—Gracias, son muy bonitos—inspeccionó el guante y quedó asombrado con las medidas de este. Le tallaba a la perfección, como si alguien le hubiera medido casa dedo.
Alphonse sacó algo de su bolsillo, y al mostrarlo Derek notó que era un guante igual que los suyos. Se lo puso y lo enseñó con una sonrisa.
—Prométeme que los usarás en nuestro cumpleaños, porque...—acercó su mano a la de Derek, en la que usaba el guante, y las unió, alineando cada dedo. Los de Alphonse eran un poco más pequeños que los suyos, y a través de la tela, podían sentir el calor de la piel—Yo también usaré unos.
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El músico de la muerte© [Gay]
Storie d'amoreGénero: Boyslove (chicoxchico), sobrenatural y drama. ♪•*¨*•.¸¸♬゚・*♬.゚٩.♬*・♩゜ Los muertos merecen descansar, las almas en pena que no han podido seguir su camino necesitan un guía, alguien que los ayude. Que les den alivio y descanso. Ese es el trab...