Capítulo 21: No te culpo

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Advertencia: contenido sensible, se toca el tema del suicidio. Se recomienda discreción.


Estos años esperando a Derek no fueron en vano para Henrik.

Luego de superar un poco su tristeza decidió abordar dos temas que lo tenían preocupado.

Uno, los músicos no podían entablar una conversación con los fantasmas. Dos, creía que al forzar a un fantasma a irse podría dañar su alma.

Postuló ambas inquietudes a la organización e insistió en ello, y tras esto otros músicos también compartieron los mismos pensamientos. No era el único que pensaba en ello.

El presidente de la organización, Nicolas Black decidió trabajar en ello. Invitó a todos los músicos del mundo a investigar una posible solución a ambos problemas.

Y luego de algunos años, tras prueba y error, surgió una solución para ambas inquietudes.

Se compusieron dos piezas; una para entablar una conversación con un fantasma, y otra para hipnotizar al fantasma, haciendo entrar en transe para luego enviarlo al más allá de forma pacífica.

Henrik no quería hipnotizar al fantasma y simplemente mandarlo si no funcionaba a la primera. Le gustaba primero hablar con él y ver si podía ayudarlo con alguna cuenta pendiente, y si hablar no funcionaba recurría al hipnotismo.

Daniel volvió a guardar la tecla en su bolsillo y miró a Henrik, disfrutando de la vista.

Henrik se subió las gafas, dejándolas sobre su cabeza y comenzó a tocar.

El arco se deslizó sobre las cuerdos, muy lento y suave. Las notas eran graves, pero pronto el arco se movió cada vez más rápido, y las notas se convirtieron en sonidos altos, rápidos y agudos.

Los ojos del fantasma parecían aclararse, y cuando Henrik tocó la última nota y paró en seco, el fantasma parecía más despierto, con la mirada muy fija hacia el vacío.

Henrik a continuación tocó dos notas rápidas, una grave y una aguda y habló en voz alta.

—¿Cuál es tu nombre?

—Frank Anson—respondió el fantasma.

Henrik volvió a tocar las mismas dos notas rápidas, ya que dichas notas se usaban para establecer una conexión con el fantasma. Henrik entonces preguntó enseguida:

—¿Sabes dónde estás?

—En...un restaurante—dijo Frank, un poco tensó al pensar en la respuesta.

—¿Por qué estás aquí?

—Vine a comer con Mary.

—¿Cuál es el nombre completo de Mary?

—Mary Johnson—respondió, con una leve sonrisa asomándose.

—¿Qué es lo que quieres justo ahora?

El fantasma arrugó las cejas, pensando. Parecía cada vez más preocupado, con el pecho agitado y los puños fuertemente cerrados.

—Yo...quiero verla y pedirle perdón—sus ojos se humedecieron y continuó, con un nudo en la garganta—Quiero decirle que la quiero...

Frank dejó de hablar en voz alta, murmurando palabras inteligibles.

—El fantasma parece perdido de nuevo en su propio mundo—dijo Daniel, acercándose—Supongo que esto es lo más que podremos sacarle.

—Así parece—dijo Henrik, bajando el violín—Con saber su nombre ya tenemos mucho con lo que trabajar. Y si buscamos el nombre de Mary Johnson tal vez tengamos la suerte de encontrarla y cumplir el último deseo de Frank.

El músico de la muerte© [Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora