El músico de la muerte© [Gay]

Capítulo 20: Cansado de la tristeza

Andantino - Brian Crain

—Te ves bastante bien—dijo Daniel, acomodándose a su lado, mirándolo de frente.

—Gracias, ¿de cuántos años me veo? ¿aún me veo joven? —preguntó alegre.

—Mm, de unos veinticinco. Muy joven.

Henrik se rio, negando con la cabeza.

"Me veo al menos de unos treinta y cinco, que mentiroso... Después de todo, ya tengo cincuenta y cuatro."

—Tu cabello ahora es de un rubio cenizo, y aunque tus ojos siguen siendo claros perdieron el color verde—dijo Daniel, con un tono lento y bajo, acercándose a sus ojos—Pero siguen siendo lindos.

Henrik sonrió, pero sus ojos se mantuvieron tranquilos. Lo observó detenidamente, viendo lo joven que se veía el rostro de Daniel.

—¿Cómo me encontraste? —preguntó finalmente.

Daniel bajó la cabeza, tomó su mano, fría, y la acarició suavemente.

—Hace un año mi vida era bastante normal, yo... no tenía recuerdos de nuestras vidas pasadas, no sabía nada—dijo, con un tono melancólico—Pero un día, cuando estaba caminando de noche en la calle, vi un fantasma. Y cuando vi sus ojos de repente me sentí angustiado y ansioso, así que volví a mi apartamento un poco abatido.

Entrelazó los dedos y apretó ligeramente. Levantó la vista y miró el rostro de Henrik, sin siquiera pestañar.

—Esa noche, aunque estaba asombrado por el hecho de ser un músico, me quedé dormido casi al instante. Y tuve un sueño. En el...estaba un muchacho muy guapo, apareciendo una y otra vez. Todo era muy borroso, pero cuando desperté me asaltaron todos los recuerdos de mis dos vidas. Estaba...ah, no sabía cómo sentirme, pero lo único que si sabía era que tenía que encontrarte. Así que me uní a la organización de ultratumba, y aquí estoy, supuestamente por un "viaje de trabajo".

—Usando el dinero de la organización, ¿eh? —le dio un golpecito en el hombro y dijo en voz baja—Pero gracias por encontrarme.

Aunque no lo dijera, Henrik intuía, por la leve expresión de sus ojos, que obtener sus recuerdos fue un momento doloroso. Ya no quería que Daniel sufriera, ya estaba cansado de todo eso, él también estaba cansado de la tristeza. Ahora sólo quiere sentirse feliz y en paz, y creía que por fin, luego de tantos años, era posible.

—Seamos felices ahora, ¿si, Daniel? —dijo en voz baja.

—Si—respondió, con una sonrisa de alivio, pero muy en el fondo también era de cansancio.

Henrik temía que Daniel se sintiera ansioso y perturbado por toda esta experiencia. El amor que se tenían era muy lindo, pero podía caer fácilmente en la dependencia total y a no poder vivir sin el otro. Eso era algo que Henrik no quería.

En todos esto años pensó sobre este problema; Derek se quitó la vida por culpa y triste, por desesperación. Quería estar lo más pronto posible con Alphonse, por querer hacer la cosas mejor, para tratar de tener una vida más pacífica. Después de todo lo único que le quedaba era la cárcel o una sentencia a muerte, ya no tenía motivos para vivir.

Pero Henrik no quiere ser su motivo total de existencia. Quiere que ame su propia vida y que aprenda a ser feliz sin importar nada. Eso es lo que Henrik más quiere en este mundo, su felicidad. Y es que sabe perfectamente que morirá antes que Daniel por ser varios años más mayor.

No importa cuántos años tarde, Henrik quiere morir tranquilamente sabiendo que Daniel estará bien sin él, que estará triste, pero que podrá salir adelante.