Hold Me (Felix, Stray Kids)

Capítulo 53

Después de haber firmado el contrato que va a cambiar nuestras vidas de ahora en adelante, nos hemos venido a celebrar a un bar cercano a la productora. Sé que luego celebraremos con los chicos, que se alegrarán al saber que hemos conseguido firmar con una buena empresa, pero no hemos podido evitar tomarnos algo nosotras tres. Al terminar de cantar la canción por primera vez, las tres nos hemos quedado igual de sorprendidas, sabíamos que la letra y base estaban bien, pero no sabíamos si íbamos a saber darle el ritmo, la entonación o la fuerza. Y sin embargo, lo hemos bordado.

–Nuestra canción es la hermana gemela de Red lights– comenta Mackenzie dando un trago a su copa –Christopher me va a dar como cajón que no cierra cuando la escuche–

–Aún no supero el hecho de que Bang Chan tiene un alter ego dominante– dice Cielo mediante risas.

–Anda que Hyu...– añado yo –Menudo pícaro, tener un cuadro tuyo dónde sales medio desnuda. Lo mirará todas las noches antes de acostarse, me apuesto lo que quieras–

–¿Y Félix?– pregunta Mack –Parece un trozo de pan y la que te lía en la cama...–

Las tres nos echamos a reír, desde luego que tenemos unos novios increíbles en todos los sentidos. Brindamos por ellos, por Stray kids, por nosotras y por lo que está por venir. Antes de que el alcohol se nos suba, decidimos parar de beber, pedimos algo para comer y una vez hemos terminado, pagamos y salimos del bar. Son eso de las cuatro de la tarde, Félix me ha puesto un mensaje antes, dice que van a estar en la empresa hasta tarde, así que a lo mejor hoy no podemos vernos.

–Ahora que vamos a entrar en una nueva etapa...– murmura Cielo mientras caminamos hacia dónde está el coche aparcado –He pensado que un cambio de look nos vendría bien–

–Me gusta la idea, ya llevaba un tiempo pensando en teñirme– añade Mack de acuerdo.

–Me apunto, a este pelo le hace falta chapa y pintura– digo mientras agarro un mechón.

Cuando conocí a los chicos lo tenía por los hombros, ahora me ha crecido bastante, y la idea de teñirme me llama mucho la atención. En cuanto estamos en el coche, Cielo busca una peluquería con buenas críticas que no nos vaya a destrozar el pelo y cuando da con una, conduce hasta allí. Hoy va a ser un día de cambios, iniciaremos una nueva era.

Las chicas del salón de belleza nos hacen un hueco, tenemos que esperar a que terminen con las clientas que ya tenían, pero no nos importa. Una vez libres, Mackenzie y Cielo son las primeras en tomar asiento frente a los espejos. Mis amigas les explican lo que quieren hacerse, Mackenzie quiere dejarse todo el pelo verde, algo que no me sorprende, ya que tenía dos mechones de ese color. Sin embargo, el cambio de Cielo va a ser radical, igual que el mío. Nuestra amiga quiere su pelo negro intacto, salvo parte del felquillo y la nuca, que quiere que sea blanco, tipo dálmata. Y yo, he pensado en como me quedaría o el azul eléctrico o el violeta y me he decantado por un tono llamativo pero dark del último.

Durante al menos una hora, decoloran a mis amigas, aunque con Mack duran más, y mientras ellas se aplican el tinte, me decoloran a mí. Una hora después, ellas están casi listas y yo cogiendo el color, gracias a que mi decoloración ha salido bien a la primera. Nunca me había teñido antes, así que mi pelo estaba intacto. A eso de las ocho de la tarde, las chicas del salón del belleza nos dan su visto bueno y nos permiten mirarnos a los espejos. Abro los ojos sorprendida y no puedo evitar abrir mi boca levemente, el color me queda de muerte. Miro a Mackenzie y Cielo, han tenido mi misma reacción.

Entre las tres nos miramos, estamos guapísimas y nuestros nuevos yo vienen con ganas de comerse el mundo. Pagamos a las chicas y les damos las gracias mil veces antes de irnos, si un día llegan a vernos triunfando, se acordarán de que ellas nos dejaron así de guapas y estoy segura de que se sentirán orgullosas. Volvemos al coche, aún tratando de asimilar lo que hemos hecho. Nos miramos en nuestros móviles y tanto Cielo como yo nos sacamos algunas fotos, ya que Mackenzie ya lo había hecho en el salón.