Capítulo 54

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Antes de empezar con las grabaciones del nuevo álbum y aprovechando que no estamos muy ajetreados, hemos decidido hacer la mudanza cuanto antes. Los perdidos se han ofrecido a ayudarnos como cuando Cielo se vino a vivir con Mackenzie y conmigo, cosa que agradecemos, porque así se nos hará más amena y corta. La única que se va a escaquear es Mack, quién está desde ayer en España para recoger a sus hermanas y traerse las, cuando vuelvan mañana, seguramente la casa estará lista y será habitable. Hemos tenido suerte, ya que está amueblada, pero de todos modos tenemos muchas cajas que cargar con nuestras cosas.

Cielo contrató un camión de mudanzas que nos espera en la puerta de nuestro edificio, el conductor se va a ahorrar el esfuerzo de cargar cajas, ya que los chicos y nosotras nos encargamos de eso. Minho ha pasado del tema, prefiere cuidar de nuestros gatos mientras tanto, así que desde bien temprano se los ha llevado a la casa para que vayan haciéndose a ella. Nuestra vecina al notar tanto movimiento y escuchar las risas y las voces, ha salido a ver qué pasaba y se ha llevado una decepción, dice que nos va a echar de menos a las tres y a las niñas, que aunque vivamos lejos, siempre tendremos su casa abierta. Es un amor de mujer.

–¡Deja de vaguear Hyunjin!– me quejo al verlo sentado en el sofá.

–Tengo la mano mala, ¿recuerdas?– pregunta mostrando el yeso.

–Solamente te he pedido que lleves las maletas– digo exasperada –¿Sabes que tienen ruedas y con una mano las puedes llevar?–

Hyu me da una mala mirada, suelta un suspiro y se levanta decidido a hacer lo que le digo. Hago una mueca mientras miro su mano, lleva meses arrastrando esa lesión y en la empresa le decían que no era nada, hasta que ha empeorado. Ahora veremos cuánto tiempo tiene que estar con la mano enyesada y si se recupera bien. Aún estando lesionado, JYP lo quiere al cien por cien y le ha dicho que mientras que no se esté muriendo, puede ensayar perfectamente. A eso me refiero cuando digo que odio al señor Park y su forma de llevar su empresa, la salud de los artistas debería de estar por encima de todo lo demás.

Entro a mi habitación por decimoquinta vez en el día y agarro la última caja, llena de mis cosas frikis como los Funko pop y las cosas coleccionables. Antes de salir, echo un último vistazo al que ha sido por casi cuatro años mi espacio seguro, he coleccionado muchos recuerdos aquí, aunque algunos no sean del todo buenos.

–Deja que me lleve esto– la voz de Félix me saca de mis pensamientos.

Con cuidado me quita la caja de las manos, lo observo marcharse con ella y desaparecer por el pasillo. Cielo sale de su habitación cargada con con varias cosas, al igual que Chan de la de Mackenzie. Me adentro en la de mi mejor amiga y agarro sus maletas, que es lo último que queda. Me dirijo al salón, que ahora ya está vacío, como nos lo encontramos al llegar al apartamento. Se siente extraño estar haciendo esto después de tantos años aquí, pero quién nos diría a Mack y a mí que en este último año nuestras vidas iban a cambiar tanto.

–Ya está todo cargado en el camión– dice Changbin desde la puerta.

–¿Nos vamos?– pregunta Cielo a mi lado.

Asiento levemente, mi amiga se dirige a la puerta donde Binnie nos espera. Antes de seguirla, acaricio el sillón, el lugar donde Mack y yo nos hemos tirado las horas muertas o bien viendo series, o jugando a la PlayStation. Una vez ponga un pie fuera y cierre la puerta, comenzará nuestra nueva vida, nuestra nueva etapa. Salgo del apartamento y respiro hondo mientras cierro la puerta y echo la llave. Nuestra vecina se despide brevemente de nosotras y se queda con la llave para dársela al de la inmobiliaria cuando venga con los nuevos inquilinos. Entro en el ascensor con mis amigos y sonrío levemente, hace unos meses, antes de conocer a los chicos, odiaba los cambios. Ahora, me emociono cada vez que la vida da un nuevo giro, he cambiado mucho en este tiempo.

Hold Me (Felix, Stray Kids)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora