Capítulo 6

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La primera semana cuidando a Seungmin ha pasado más rápido de lo esperado. Parece que fue ayer cuando llegué a la casa y conocí a los chicos, o cuando Félix y yo tuvimos aquel mal encuentro. Durante todos estos días, cada uno ha estado por su lado, ni él se ha dirigido a mí, ni yo a él. Los chicos han salido varias veces para ir a ensayar, dejándome a solas con mi paciente, que a estas alturas es más un amigo.

Ha llegado el sábado y con él, el concierto de los perdidos. JYP se pasó por aquí el otro día exigiendo me que Seungmin estuviera listo para hoy, pero eso era imposible, el chico a penas está recuperando la voz. Tuve que discutir con él, ya que parecía importarle más el concierto que la salud del pelinegro y al final Chan tuvo que intervenir, porque cuando JYP se enfada...

Agarro una mochila y la lleno con las cosas indispensables para pasar la noche fuera de casa. Esta noche voy a dejar de lado el ser enfermera para hacer una pijamada con Minnie y Mackenzie. Mientras los chicos lo dan todo en el concierto, nosotros los apoyaremos desde casa, es lo máximo que podemos hacer.

–¡Mack!– llamo a mi amiga desde el salón –¿Estás lista?–

–Sí, solo tengo que ponerme las zapatillas– comenta ella desde su habitación.

–Siempre tan puntual– murmuro negando levemente.

Preparo la bolsa de comida, he comprado bolsas de chuches, chocolatinas y refrescos. Ya que hacemos una pijamada, vamos a hacerla bien. Mackenzie aparece por el salón después de un rato, cargando con su mochila. Aunque Chan no vaya a estar en la casa, está nerviosa. Cuando se vieron la última vez, congeniaron bastante, y eso que solo fueron dos minutos.

Salimos del apartamento y nos dirigimos al coche, dejamos todos en los asientos de atrás y nos introducimos en el vehículo. En cuanto lo arranca, la música de Mack comienza a sonar a todo volumen, haciendo que de un brinco del susto.

–Te vas a quedar sorda cualquier día– me quejo mientras le doy a la ruedita para bajar la voz.

–Si es por escuchar altos temazos, amén a la sordera– comenta mi amiga mientras comienza a tararear la canción que suena.

El camino hacia casa de los chicos es más corto en coche, así que a Mack no le da tiempo a disfrutar más de tres canciones. El guardia de seguridad nos abre la puerta mecánica, dejando que nos adentremos en la urbanización con el coche. Le indico a mi amiga donde debe aparcar y una vez para el coche, nos bajamos.

Frente a la casa de los chicos hay dos coches arrancados, tienen que estar a punto de irse. Junto a Mackenzie me dirijo hacia la puerta de entrada, que está abierta de par en par. Changbin y el más pequeño del grupo salen de la casa apresuradamente, al verme me saludan amablemente, pero como tienen prisa ni se paran. Observo a los dos adentrarse en uno de los coches, por una de las ventanillas asoman la cabeza Han y Minho, que comienzan a saludarme alegremente.

–¡Cuidad de nuestro cachorrito!– dice Minho alzando la voz.

–¡No os acostéis tarde!– grita Han haciéndome reír.

–¡Vale papis!– suelto haciendo que ambos me miren con los ojos muy abiertos.

Minho sonríe levemente antes de adentrarse en el coche de nuevo y Han parece haberse quedado en shock. Pierdo de vista al pelinegro cuando una voz a mis espaldas hace que me gire.

–Que pena que no puedas venir a vernos...– la voz seductora de Hyunjin se hace presente –Me gustaría poder admirarte mientras canto–

Mis mejillas se encienden al escucharle, no para, siempre es así conmigo y he de decir que no soy de hierro, sus intentos de seducción van a funcionar tarde o temprano. Hyu posa su vista en Mackenzie que se ha quedado embobada con él y sonríe levemente mientras agarra su mano y deja un beso en ella, tal y como hizo conmigo cuando me conoció, quizás sea así con todas.

Hold Me (Felix, Stray Kids)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora