Capítulo 68

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La noción del tiempo aquí abajo no existe, no podemos saber si es de día, de noche o está cayendo la tarde. Los primeros días Kai ha tratado de traernos comida, aún no entiendo sus intenciones, pero se nota a leguas que lo hace a espaldas de su jefe. Desde aquel día que despertamos atados en este sótano, el tipo del ojo de cristal no se ha dejado ver de nuevo, eso quiere decir que los chicos van pagando el rescate, aunque me preocupa nuestra situación, también me preocupa con lo que estarán lidiando los demás ahí fuera.

El hijo del jefe se ha dejado ver en incontables ocasiones, le divierte vernos en esta situación y he notado que tiene fijación por Cielo. Me da tanta rabia e impotencia no poder hacer nada, no poder soltarme y meterle una paliza por todo lo que nos están haciendo. Pero después de mi fracaso tratando de atacar a Kai, he decidido que mejor me estoy quieta.

–Buenas tardes queridos rehenes– canturrea el hijo del jefe una vez baja las escaleras –¿Qué tal lleváis el día? ¿Habéis sido productivos?–

Lo observo mientras camina entre las columnas sonriendo cínicamente.

–Hoy me siento renovado– comenta mientras sonríe –He matado a uno de los mejores hombres de mi padre, lo he dejado desangrándose mientras yo disfrutaba de mi comida. Ha sido reconfortante–

Minho aprieta los dientes y trata de no mirarlo, por mi parte, siento como mi estómago se revuelve al imaginarme la escena. Por un momento, se me pasa por la cabeza si ese hombre será Kai, ya que parece tener bastante control sobre el chico.

–Como estoy de buen humor, escucharé vuestras peticiones– añade mientras nos mira a mis amigos y a mí –¿Qué queréis? ¿Comida? ¿Agua? ¿Droga?–

–Queremos que te vayas– digo manteniendo mi mirada fija en él –¿Te sirve?–

–Tan linda como siempre, Ruby– comenta él riendo levemente –Aprocechad la ocasión, no os daré otra oportunidad–

–Agua, por favor– murmura Cielo tratando de no mirarlo.

–Para tí, todo lo que me pidas, preciosa– dice el chico con voz ronca mientras se acerca a mi amiga –Ven conmigo, te llevaré a la cocina para que agarres algunas cosas–

Dicho esto, da la vuelta a la columna y comienza a desatarla, miro a Cielo y niego varias veces para que no lo haga, pero ella ni siquiera me presta atención. En cuanto está libre, comienza a estirar se y soltar suspiros llenos de alivio.

–¿No puedes ir tú solo?– le pregunto al chico cuando agarra del brazo a mi amiga para que ande.

–Ella sabrá bien que traeros– se limita a decir.

Me tenso al ver como se la lleva, la puerta no tarda en cerrarse, provocando que el sótano vuelva a quedarse en completo silencio.

–No me fío de ese loco– murmuro de mala gana tratando de hacer fuerza en mis ataduras.

–Ruby, para– me pide Lino inmediatamente –Así solo te harás daño–

–Cielo está en peligro junto a ese psicópata– digo medio molesta.

–Ella sabe cuidar de sí misma, alterarse no sirve de nada– se limita decir Minho.

Lo miro durante unos segundos, aún no entiendo cómo es capaz de guardar la compostura de esa manera, aunque conociéndolo, debe estar como un flan por dentro.

–Los chicos van a encontrarnos, ¿verdad?– pregunta después de un rato mientras mira hacia el techo.

–Como si no los conocieras...– murmuro sonriendo levemente –Son capaces de mover cielo y tierra–

Hold Me (Felix, Stray Kids)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora