Tener el apartamento para mi sola ya no es tan reconfortante como cuando vivía por mi cuenta, ahora que comparto espacio con mis amigas, me he acostumbrado al ruido, la torpeza de Mackenzie y el orden de Ruby. A decir verdad, las echo de menos, la casa se siente muy vacía sin ellas. Los primeros días de las vacaciones lo he pasado fatal, depues del encontronazo con Jeongbin, tengo miedo de que averigüe dónde vivo y venga a buscarme. Nunca me puso la mano encima, pero la forma en la que se ha obsesionado conmigo me deja claro que puede llegar a cualquier extremo.
Mi mejor amigo me ha visitado un par de veces, sé que está en su casa, con su familia, así que debe de ser incómodo después de enterarse de lo de su hermano. Por una parte, siento que me he quitado un gran peso de encima, ocultarse lo todo este tiempo me ha costado mucho, sobre todo cuando me preguntaba porqué ya no visitaba a su familia o porqué me había distanciado tanto de su hermano. Pero por otro lado, no quiero que todo esto afecte a nuestra amistad, me hace mal pensar que Jeong-in quiera alejarse de mí. Hyunjin dice que eso no va a pasar, pero no puedo evitar ponerme mal al pensarlo.
Hablando del rey de roma, hace unos días decidió instalarse conmigo para no dejarme sola. Compartir espacio vital con él no me disgusta, al revés, necesitaba tenerlo cerca y para mí sola. En la empresa a penas podemos vernos, JYP se encarga de ello, y salir por la calle es un infierno si lo reconocen, las K-Stays están demasiado locas. Lo único que he hecho varias veces es visitarlo en la casa grupal, pero claro, con los chicos rondando por ahí, no es lo mismo.
–Ya he llegado princesa– la voz de Hyu me saca de mis pensamientos –Hoy es nuestro día, ¿qué te apetece hacer?–
–Mmm no sé– digo algo dubitativa –Me apetece comer tteokbokki y dar un paseo–
–Sus deseos son órdenes– dice Jinnie haciendo una pequeña reverencia –Ve a ponerte guapa, aunque más es imposible–
Siento como me agarra y tira de mí, pegándome a él, con sumo cuidado me roba un beso mientras su mano deja leves caricias en mi cintura. Sonrío como tonta cuando me suelta, no puedo quererlo más. Me dirijo a mi habitación rápidamente y busco algo para ponerme, acabo decidiendome por un vestido ceñido de color negro, al que acompaño con una chaqueta vaquera y mis botas militares. Me hago un moño rápido para tener el pelo recogido y me maquillo levemente.
Vuelvo al salón, Hyunjin posa su vista en mí y se queda embobado. Poco a poco se acerca y toma mi mano, haciendo me dar una vuelta para admirar me mejor.
–Igual de bonita que el cielo estrellado de una noche de verano– comenta haciéndome sonreír –Como me gustaría poder ir presumiendo te por la calle...–
Su sonrisa se convierte en una mueca, muchas veces hemos hablado de este tema, al ser conocidos públicamente, no podemos darnos el lujo de salir como personas normales, debemos ir tapados o cuidar donde vamos. Cansa tener que esconderse a pesar de que ya saben que estamos juntos, pero eso es lo que tiene la fama. De igual modo, ninguno de los dos se arrepiente de la vida que llevamos, tiene sus más y sus menos, pero es la vida que siempre hemos soñado.
Jinnie para un taxi frente a mi edificio y abre la puerta trasera como todo un caballero dejando que yo suba primero. En cuanto se sube él, le da una dirección al conductor y este se pone en marcha. Durante el trayecto estamos en completo silencio, un silencio agradable, mientras que fuera, el ajetreo nocturno de la ciudad sigue su curso. Hyunjin busca mi mano a tientas y la entrelaza con la suya, comienza a dejar leve caricias en ella, mientras observa la ciudad mirando a través de la ventana del coche.
Unos veinte minutos después, el taxi nos deja en una zona poco concurrida de Seúl, pero bastante lujosa. Pago el viaje y me bajo siguiendo a mi novio de cerca, quién me guía hasta un restaurante pequeño y acogedor. Nos recibe una de las meseras y pregunta a nombre de quién está la reserva.
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Hold Me (Felix, Stray Kids)
FanficA veces, cuando menos te lo esperas, aparece alguien en tu vida que pone todo patas arriba, aunque, en este caso no es una sola persona. Ocho famosos chicos entran a la vida de Ruby y Mackenzie por casualidad, y deciden quedarse, cueste lo que cuest...