CAP 14

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Samanta.

Hoy ya eran diez días de estar aquí, estoy un poco cansada aunque estoy feliz de que solo faltan cinco  días para regresar a mi casa, es muy agotador estar lejos de mi familia.

Aunque hablé todos los días con mi padre y mamá no es lo mismo, con mi hermano hablo de noche y con sebas hablo casi todos el día aunque ayer no me habló y en lo que va de día tampoco, debe estar ocupado.

Fabricio ha intentando de hablar conmigo pero aún sigo muy afectada por todos lo que ha pasado en este tiempo.

Le envío un mensaje a uno de mis colegas Luciano Gallagher, para saber que hay para el día de hoy, este me dice que no tenemos nada por hacer hasta dentro de tres días, me dice que ya le aviso a los otros y que descanse estos días libre.

Pido mi desayuno, le llamo a Sebastián pero el hijo de su mamá no se ha dignado de contestar, cuando tocan mi puerta abrí y es una chica con lo que pedí, ella pasa acomoda todo, se despide yo me siento a comer, reviso mis mensajes tengo unos de uno que otro chico que quiere una cita conmigo pero yo les digo que estoy de viaje.

No es como si valla a a buscar a alguien para que haga parte de mi vida, no me siento con esa disponibilidad, tal vez en un futuro muy lejano me voy a enfocar en mi, cuando esté lista dejaré que todo fluya.

Ya el terminar de desayunar, tomo un toalla y voy al baño a darme una ducha, luego de veinte minutos decido salir, me pongo mis braguitas roja, busco un vestido de tira rosa, no me pongo bra ya esté me sostiene muy bien, me pongo unos botines negro, me recojo el cabello en una coleta, me aplicó un maquillaje super sencillo, me pongo los aretes, me miró y el resultado me encanta.

Una llamada entra en mi celular lo escucho pero no lo veo lo primero que hago es contestar.

— Alo—

—Sami preciosas— sebas habla

—Sebaas—

—Si preciosa soy yo — yo sonrió y luego recuerdo que no me contaba.

—Sebastian Daniel por qué no me contestabas — el rie— te olvidaste de que existo.—

—Nena no te enojes es que estaba haciendo algo muy importante por eso no te contestaba— hago un sonido de indignación.— no estoy diciendo que tú no lo eres. —

—Eso me das a entender— hago un puchero.

—Nena te mandé una sorpresa está frente al hotel donde te hospedas—

yo tomo la tarjeta y abro la puerta salgo a toda prisa, presiono el botón del elevador las puertas se abren yo ingreso las puertas se cierran.

—Ya voy bajando— el sonríe— donde estas. — interrogó.

—En mi departamento, esperando que una chica se levante— ruedo lo ojos.

—Tu no piensas cambiar— solamente se ríe — es enserio es muy molesto de que hagas sufrir a tantas chicas.—

—No es mi culpa que se ilusione yo soy claro desde el inicio, tu sabes que yo respeto mucho — eso es cierto mi amigo puede ser mujeriego pero es uno de los hombres más respetuoso que conozco— así que no me eches toda el agua sucia.—

Cuando de abren las puertas del elevador salgo a toda prisa, cruzó recepción y las puertas se abren, salgo y no veo a nadie con ningun paquete y miro desconcertada en la línea solo escucho la risa de Sebastián.

—Donde está el paquete estoy fuera y no veo a nadie aquí, creo que no ha llegado nadie— hago un mohin.

El solo se ríe y me estreso y bufo.

Condenada en tu pasión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora