Maratón 1/5
Feliz aniversario, es el primer año de mi libro y como ya saben había prometido un maratón y que mejor momento si no es cuando condenada en tu pasión cumple su primer año.
Santiago
Al salir del restaurante, siento como un sensación de que esta noche sera un desatre.
—Valbuena tengo hambre.— le digo a Sebastián el ingresa a su auto y yo lo sigo.
—Que quiere comer el príncipe— habla con sarcasmo.— ahorita paramos en un puesto de comida.
—Mejor déjame en mi casa.— le digo de mala gana.
—Nada de eso, lo mejor es que nos llevemos bien— ruedo los ojos.— Samanta no le gusta que estemos peleados.
—Las ganas de golpearte no se van a ir.— el se ríe.
—Estas seguro de que quieres golpearme.?— yo asiento.— no será que te mueres por besarme.
—Para nada valbuena.— el se estaciona frente a un puesto de comida callejera y yo miro el lugar.— creo que eres tú que no supera el haberme besado.
El sale del auto y sonrió al ver que toque un punto sencible, veo como habla con la señora del puesto de comida y luego de un rato regresa con dos bolsas y jugos.
—Toma.— me tiende una bolsa y la tomo veo que dentro de esta hay empanadas y lo miro raro.— no me digas que no te gustan las empanadas.
—Nuncas las he probado.— digo con un poco de vergüenza.— mi madre no deja que comamos en lugares callejeros.
—Sera a ti solo, este Lugar es el favorito de tu hermana ella me trajo aquí la primera vez que vine.— yo la miro extrañado.— asi como lo oyes amigo mío, tu hermana las ama, y más con picante.
—Si mamá se entera, le va dar un infarto.— el se burla y luego yo también me río con el.— Samanta desobedeciendo a mamá es algo raro.
—Si lo estás haciendo desde que está con Liam, lo de las empanadas es lo de menos.—
—Que chistoso.— el me sonríe.— además yo no veo que Liam sea malo para mi hermana.
—Claro que no lo es, yo jamás permitiría que alguien la dañará.— lo miro un instante y eso me hace sentir tranquillo.
—Además no creo que franco quiera una golpiza.—
—Sabes que Liam, está enamorado verdad.—
—Al igual que Sam, ella estaba mal sin el.— el asiente.
—Eso lo sé Santiago, por ello quiero que esos tontos por fin este juntos, son el complemento perfecto.— sonríe de una manera que hace latir mi corazón con mucha fuerza.
Seguimos comiendo y nos miramos de vez en cuanto, luego de comer el se dirije a una discoteca y al ingresar pide una botella de whisky y empezamos a tomar.
—Como va tu trabajo.— indaga.
—Pues en estos momento va mejor de lo que esperaba y me toca viajar seguido a Tailandia para revisar un proyecto de un complejo hotelero que se está haciendo.— el sonríe.— también he tenido que revisara una infinidad de proyectos que quieren que les brinde capital para poder iniciarlos, pero algunos no son viables.
La verdad es muy cierto que mi padre tiene mucho dinero, pero por cuenta propia también he labrado mi camino, tengo muchas acciones en distintas empresas y soy accionista de muchas más de las que puedo contar, hecho crecer mi capital para que en un futuro no depender de la herencia de mi padre, aunque sabiendo que soy el hijo mayor y me tocará manejar todo, pero aveces solo quisiera dejar todo los lujos y largarme lejos a vivir cómodamente sin esclavizarme al las empresas.
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Condenada en tu pasión
RomanceSamanta Hoster una mujer segura de sí misma, un carácter que muchos admiran y una belleza envidiable es la hija menor del matrimonio. Adora a su familia, y sigue todas la reglas que hay en su casa, al igual que algo que en especial le dice su madre...