Samanta.
Claramente mi objetivo esta noche era embriagarme, sacar todo lo que había reprimido todos estos días, no puedo decir que mirar esas fotos y darme cuenta de que no es algo reciente si no de ya hace mucho no me afecte sería falso. Pero lo que más me ofende es que ella halla escogido el maldito anillo.
Pero eso queda atrás después del beso que me dio Liam, es que no me lo espere intenté de hacer de que nada pasaba pero ahora mi cabeza es un lío y el es responsable, yo no quiero sentir nada por nadie, no debo sentir nada es confuso lo que me causa pero eso no quiere decir que tenga sentimientos ni nada por el estilo, ya se lo dije que si quiere ligar es netamente su problema y yo no quiero hacer lo mismo solo quiero tomar aunque el guayabo va ser bárbaro.
—Así que me estás diciendo que puedo ligar y eso no te va a molestar.— me pregunta con el entrecejo fruncido mientras toma un trago de su bebida.
—Nop, es normal no puedo quitar lo mujeriego que eres solo por mi— lo último lo digo con un sabor amargo— tu eres así, seremos amigos.—
—¿Amigos?— se levanta de su lugar y se aleja y yo no entiendo su comportamiento.
Sigo tomando mi Margarita y pido otra bebida más fuerte al mesero, Liam regresa y ahora su exprecion es sería, ya no se ve relajado, me trajeron mi Martini y luego otro, no se qué hora era pero estaba un poco aburrida y Liam ni ánimos de bailar así que veo como desde la esquina del lugar un rubio me tiene la mirada encima, le hace señas al mesero y este se acerca le dice algo y luego el mesero va a la barra y se dirige a mi lugar con una bebida la cual tomo, el rubio alza su trago y me guiña un ojo, yo le sonrió mientras tomo la bebida.
Al voltear hacia mi acompañante está acribillando con los ojos al rubio, luego me mira y yo le sonrió con inocencia.
—Ya veo que era encerio— yo hago una mueca.
Sale una canción que me encanta, Liam me mira mal así que no lo invito, hay varias personas bailando en el centro de este lugar así que me muevo al ritmo de la música, moviendo mis caderas y me paso las manos por mi cuerpo, se que tengo la mirada de más de uno y en especial la de Liam, su mandíbula tensa y sus orbes azules me están quemando, creo que está molesto pero no sé por que.
—Me permites bailar contigo?— me hablan a mi espalda muy cerca.
Volteo y es el rubio que me mandó el trago le sonrió.
—Luego podemos ir a mi mesa junto con mis otros amigos— señala a una chica y dos chicos que están hasta la esquina.— que dices preciosa bailamos.?—
Cuando voy aceptar ya que es un rubio de ojos verde, mandíbula firme y una altura que me rebasa, siento como me voltean de golpe y Liam está frente a mí con una expresión sombría en el rostro que daría miedo pero yo siento una corriente eléctrica que llega a mi bajo vientre, su cara está seria, su ojos se ven de un azul oscuro como pozo oscuro, su mandíbula está tensa y sus manos me tienen por la cintura con un hagarre que en vez de dolerme me causan exitacion.
—Lamento informarte que mi novia no puede bailar contigo— le dice con brusquedad yo me quedo como idiota después de que dijo su novia— así que no la invites a bailar ni a tu mesa.—
—No sabía que tenías novio lindura— yo tampoco sabía pero como mi cerebro no está funcionando no niego ni afirmó.
—Pues ya vez así que no le envíes trago ni te le vuelvas acercar — de allí veo como Liam me agarra la mandíbula y me alza la cara se agacha un poco y funde su boda boca con la mía, en beso que me quita la respiración pero correspondo con ganas paso mis manos por su cuello y el me acerca más a su cuerpo.
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Condenada en tu pasión
عاطفيةSamanta Hoster una mujer segura de sí misma, un carácter que muchos admiran y una belleza envidiable es la hija menor del matrimonio. Adora a su familia, y sigue todas la reglas que hay en su casa, al igual que algo que en especial le dice su madre...