Liam
Cuando desperté en la mañana supe que mi humor no estaba para juegos ni nada, fui a casa de mis padres para despedirme ya que aunque no viva ya con ellos, suelo ir mucho a casa mamá es muy cariñosa y tiene que tenerme cerca, pase mi mañana con ellos luego le pedí al chófer de mi padre que me llevará ya que dejaría mi auto en su casa.
Desde la junta he estado de mal humor, me siento estúpido por haberme tomado atribuciones que no me correspondían, pero es que ya no puedo negar lo obvio y es que Samanta me gusta y no quiero verla cerca de nadie más, me enerva la sangre que fabricio luego de hacerle daño quiera recuperarla.
Estoy jodido lo sé, Sebastián me lo dijo y no le quise hacer caso deje que las emociones se hicieran presente, soy consiente de que ella va tratar de evadir y mostrarse lejana ante mí y no la culpo se que ella no siente lo mismo y acaba de salir de una relación esperar algo de ella sería un imposible, creo que ni se me volverá acercar, ella es muy capaz de hacer como si nada, esa mujer solo se preocupa por ella misma creo que lo máximo que le llegue a interesar es su color de uñas.
Al llegar cargan mi maleta e ingreso al avión de la familia Hoster tomo lugar al casi al final, y ya han llegado unos cuanto de lo que iremos tomo mi celular para mensajear con tian antes del vuelo, así paso un gran rato de mi tiempo, siento que alguien llegó junto a mi y cuando miro siento que se me va el aire, Samanta está frente a mí vuelvo la mirada a mi celular, no se qué pasa por su cabeza, para que decida sentarse a mi lado, le envío otro mensaje a sebas sin prestarle atención a ella, finjo estar concentrado cuando lo único que quiero es mirar su linda cara y esos ojos café con unas motas verde.
—Eres tan grosero y exasperante no eres capaz ni de dignarte a saludar.—la miro un poco incrédulo y abro la boca pero no digo nada.
—¿Que?— artículo
—Eres tan detestable— la miró y en mi rostro creo que lo único que hay es confusión
—Creo que estás loca— le digo ya que está hablé que hable y ni se que le pasa mi objetivo era ignorarla como según pensé que ella lo haría pero que equivocado estaba.
—Te atreves a insultarme, que es lo que te pasa pe..— la corto antes de que siga depocritando contra mí sin razón.
—Es que lo digo, osea como me insultas antes de decir ¡buenas tardes!, Además no sé por qué estás tan molesta ni se que te hice— le digo con un tono bajo por así decirlo conciliador, ya que ella lo mejor que sabe hacer es insultar— por favor serías tan amable de darme el contexto.—
—Que viste que me senté frente a ti y no me saludaste— yo quiero reírme por su actitud.
No lo voy a negar mi humor de mierda era por que pensé que ella me iba a ignorar completamente pero veo que está haciendo como si nada hubiera pasado y prefiero eso a su lado que solo sirve para mírame mal o en el peor de los casos no me determina.
—Primero que todo tu llegaste y el que llega saluda— alza una ceja eseptica— y si quieres mi atención solo dímelo y la tendrás pero no me insultes— yo me regordeo en la expresión de su rostro suelta un bufido y rueda los ojos.
—Eres estúpido o te haces tu crees que yo quiero tu atención— se burla— que equivocado estás Liam por sentarme a tu lado no quiere decir nada.—
—No parece ya que tú molestia por no determinarte te estaba afectando y mucho— sonrió con cinismo ella arruga la nariz viendose muy tierna y me mira muy feo.
—Creo que te está fallando la única neurona que tienes— bufa molesta, esta mujer parce un fosforo se pretende de nada— así que no te hagas ilusiones Franco yo no te quiero cerca de mi.—
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Condenada en tu pasión
RomanceSamanta Hoster una mujer segura de sí misma, un carácter que muchos admiran y una belleza envidiable es la hija menor del matrimonio. Adora a su familia, y sigue todas la reglas que hay en su casa, al igual que algo que en especial le dice su madre...