El entrenamiento de los hermanos había sido el despertador personalizado de los Toros Negros.— ¿Y así pretendes ganar? — preguntó sin rodeo alguno
Yami Sukehiro, capitán de los Toros Negros, alguien que a simple vista podía provocar miedo a cualquier ajeno a su círculo de conocidos.
— Realmente me ha faltado poco, aunque no lo admitas se te ha hecho más difícil que hace tres días
_____ Sukehiro, chico perteneciente a los Toros Negros, hermano menor de Yami, era alguien de complexión dulce, aunque su personalidad demostraba todo lo contrario, era respetado por muchos.
— ¡Podrían entrenar un poco más tarde! ¡Son las estúpidas cuatro y media de la mañana! — gritó uno de los toros negros.
_____ ya cansado del arduo entrenamiento se acercó a su querido hermano mayor, quería disfrutar del poco tiempo con él.
— Siempre fumas, Yami — soltó sin más quedando completamente acostado en el piso — te voy a extrañar mucho
— No repitamos lo mismo ____ — musitó con un tono de voz autoritario — si hay algún problema sabes que solo tienes que decirlo, somos los Toros Negros.
El joven solo sonrió antes de contestar, siempre era lo mismo; lamentablemente en esta ocasión no podría resolver el problema tan fácilmente. Se sentó con un semblante más serio.
— No es cuestión que dependa de mí o de ustedes, es algo más... Complicado ¿Sabes?
— Lo has visto en el futuro — afirmó Yami
Con asentimiento de cabeza había quedado claro, pero el mayor se negaba a ceder a esa opción.
— Lo lamento pero ya te dije que no, no seas terco que me colmas la paciencia — volvió s repetir el mayor
— ¡Yami, ya te he dicho! ¡El Reino, las personas que saben de mi desgraciada existencia están en peligro! No es algo fácil de hacer ¿Crees que es fácil para mi? Saber que mi única familia no me recordará, saber que los amigos que hice durante tantos años no recordarán nada de mí... — un vacío se creaba en su pecho cuando volvía a pensar en eso.
Y no era para menos, pues le dolía, en esos momentos detestaba tener magia, detestaba poder ver el futuro y saber que no podía cambiarlo por más que quisiera. Deseaba con todas sus fuerzas el poder evitar esa guerra; lo buscaban debido a su magia y pensaban crear una guerra si no lo entregaban de manera pacífica. Por más que escapara lo iban a encontrar, iban a utilizar a las personas que más quiere como rehenes para sacarlo de su escondite.
— Simplemente eres idiota. El Reino del trébol puede hacerle frente.
— Ah, no lo entiendes, no lo harás hasta que lo veas y créeme, quiero evitarte eso. — agregó el menor con frustración
Dicho eso se puso de pie y se fue, dejando solo a Yami en esa oscuridad de la madrugada.
Vagó sin rumbo alguno, quería estar solo. Recuerdos de esa posible guerra, sus aliados muriendo y... La única familia que tiene, dando su vida por salvarlo.
— Imperdonable, no puedo dejar que él termine así, que este estúpido Reino acabe así por mí.
[.......]
— Sí, sé que no hay vuelta atrás... Ni siquiera tú me vas a recordar ¿Verdad? — preguntó aún sabiendo la respuesta.
— Ah, ____ sabes que no podré recordarte tampoco, solo... Huye del reino y no te aparezcas por acá dentro de tres años aproximadamente.
— Me duele dejarlo solo — musitó con tristeza — es mi hermano...
— No es de sangre, _____. Lo sabes perfectamente, ah... Mira, lo quieres cómo al hermano que no pudiste tener, piensa en eso, piensa en que ahora puedes salvar a tu hermano y a todo un Reino.
— Ni lo digas — suspiró y volvió a su postura — hazlo, y... Con suerte esto acabe y los encuentre en unos años más...
Dicho u hecho, antes de la media noche se podía ver a uno de los integrantes de los Toros Negros empacando y dejando impecable la habitación. Se quitó lo que para él era su orgullo, el manto de color negro; lo dejó con sumo cuidado en la cama, no quería hacerlo pero debía.
— Aunque no me recuerden los esperaré — susurró antes de salir del Reino del Trébol.
Ya era hora, la magia había hecho que las personas con las que alguna vez tuvo contacto se olvidaran completamente de él y eso estaba bien. Emprendió su viaje sin saber a dónde ir exactamente.
[............]
— Mmmh, realmente hay un escándalo ¿Sucede algo, señorita Lolopechka? — preguntó alguien de forma amable.
Esa voz, para Yami era conocida, no sabía de dónde exactamente pero la había escuchado en otro lugar. Los presentes vieron entrar a un joven que, ni bien inspeccionó a los "invitados" se quedó de pie, pálido.
— Yami — dijo en un susurro.
Había sido una sorpresa total, habían pasado tres años, tres años desde que tomó la cruel decisión de desaparecer de los recuerdos de todas las personas que conocía y después de tanto tiempo, se reencuentran.
— Oí mocoso ¿Nos hemos visto en otro lugar? — dijo acercándose con su cara de pocos amigos.
Era algo que definitivamente extrañó pero no lo admitiría en voz alta.
— Mocoso... ¡Mocoso tu trasero! ¡No creo que no hayamos visto en otro lugar! No suelo hablar con gente tan mal educada — musitó indignado, había odiado que lo llamara mocoso ¡Ya había crecido!
— Eeeh, realmente el maleducado eres tú, mocoso respondón — dijo Yami, dándole un golpe en la cabeza.
— ¡AH IDIOTA! — se sentía frustrado, no solo por cómo lo trataba, aún no lo recordaba, le dolía saber que no lo recordaba.
— Ooh, lamento las molestias ______, son del Reino del Trébol también —
El capitán de los Toros Negros se quedó en blanco, rebuscó en su memoria, en la papelera de reciclaje, ese nombre le traía sentimientos que no tenía idea que tenía. Y funcionó.
El mayor tomó el hombro del joven con el que había estado peleando verbalmente, este volvió su mirada al mayor.
— _____, te encontré — dijo sin más, dejando perplejo al menor de los hermanos.
— Me recuerdas...
[N/A: Me gustó la temática de este pedido ✨ kgksks]
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𝕺𝖓𝖊 𝖘𝖍𝖔𝖙𝖘 𝖆𝖓𝖎𝖒𝖊 𝖈𝖍𝖆𝖗𝖆𝖈𝖙𝖊𝖗𝖘
RandomOne shot's de Male reader/lector. Serán de diversos animes, son capítulos no muy cortos, pero tampoco tan largos. Algunas narraciones contienen temas sensibles. [][][][][][][][][][][][][][][][][][][][][][][][][][][][][][][] •Portada editada (?) Por...