One shot's de Male reader/lector.
Serán de diversos animes, son capítulos no muy cortos, pero tampoco tan largos. Algunas narraciones contienen temas sensibles.
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•Portada editada (?) Por...
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Quién diría que un demonio tan serio, frío y calculador en sus acciones y manera de pensar, podría quedar enamorado. Aceptar ser el mayordomo de Ciel Phantomhive, ahora que lo piensa, quizás haya sido de las mejores decisiones que tomó en su larga existencia.
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Un segundo mayordomo acompañaba a la muchacha de cabellera amarilla, Elizabeth que nuevamente iba de visita a aquella mansión tan extraña. El demonio sabía de la visita de Elizabeth a su amo, por ende no le tomó de sorpresa los toques en la puerta, no eso no era extraño pero sí la persona que vio al abrir y dar paso a la prometida de su amo.
– ¿Dónde está Ciel? – preguntó con emoción al mayordomo. Sebastián acatando las órdenes de su amo, le indicó el camino, pues Ciel tenía que hablar seriamente con ella.
Luego de dejar a la muchacha en aquella habitación el nuevo mayordomo de Elizabeth se puso firme al lado de la puerta.
– ¿Esperarás a que salga? – preguntó con un tanto de interés.
Su mirada afilada se clavaba en aquel pequeño chico, no era tan alto pero tampoco tan bajo, una estatura promedio.
– Sí, esperaré a la señorita – dijo sin más para ver a los ojos al mayordomo de esa casa.
Su piel se erizó al ver esa mirada, esos ojos, ese semblante, sin duda alguna era atractivo, demasiado diría él. Los colores subieron a sus mejillas para decorarlas de un lindo color carmín.
Esto, claro que no pasó desapercibido por el mayor, sino, no sería digno de ser mayordomo de los Phantomhive. Había algo que le estaba intrigando y tenía que averiguarlo para descartar o aceptar su teoría.
Sin aviso alguno, de su elegante traje sacó cubiertos y los lanzó a la cabeza del chico, el cuál alarmado al sentir la presencia de objetos a una velocidad inigualable, los esquivó con un poco de dificultad. Su mente podía reaccionar pero su cuerpo era diferente.
