Ocean Skin | YuSan

4. Puntos débiles, altos y hermosos

— ¿Puedo dormir contigo hoy?

— ¿Para joder toda la noche sin dejarme dormir? Vete a tu puta habitación Wooyoung. —recomienda San deshaciendo las trenzas de su cabello. Wooyoung se ríe infantil, apoyándose al lado de la baranda en la que San está sentado. La mayoría de personas ya están durmiendo. Solo están los guardias nocturnos que rara vez son vistos, pues duermen todo el día.

— ¿Cómo es ese Alpha? Desde que iniciaste con cumplir este rol, no has querido hablar mucho conmigo. — recrimina Wooyoung con un marcado puchero. San desliza los dedos por su cabello al mismo tiempo que ríe por la nariz.

—No he tenido tiempo. Esconder mi aroma es muy cansado. Que no lo detecten no cambia que si al menos uno lo hace, podría ser peligroso acercarme. —responde San, Wooyoung rueda los ojos y apoya el codo en la baranda de madera.

—Que mentiroso eres. Es terrible. Pensé que solo los Alphas mentían continuamente, pero resulta que los Delta también.

— ¿Hay mucha diferencia?

—Claro que la hay—Inclina la cabeza hacia San—. Vienes de dos animales, eres un monstruo en cuerpo humano que apenas puede soportarlo.

San se ríe con demasiada fuerza. Es la mejor forma de describir a un Delta. La casta casi desconocida dentro del sistema y que los que sí saben de ella, la huyen a máxima velocidad sin pensarlo. San acaba de desenredar todo su cabello y este se agita con fuerza gracias a la brisa. Wooyoung va hacia él y se recuesta, recibiendo mimos de parte del Delta al instante.

San lo olisquea discretamente. El aroma de Wooyoung es extraño. Distinto al de resto de Omegas. Lo coquetea con mayor fuerza y bueno, le gusta. Lo conoce desde la infancia. Ambos están juntos desde niños.

—Debe ser muy lindo si te gustó. Solo yo te he gustado en toda la vida—Opina Wooyoung con los ojos cerrados, sabe que San está revisando su hedor. Que no haya estado con nadie y aprovechándolo para calmarse tras tanta agitación hoy—. Róbalo y tráelo. Quiero ver cómo es. Quizá acostarme con él. Ya mencionaste que tiene cara de cachorro... puede ser un cambio enorme si lo provoco lo suficiente. —tontea el Omega.

San da un gruñido genuinamente fastidiado antes de reclamar:

—No me obligues a matarlo.

—Solo dije-

—No-me-obligues. —sisea San, jalando del cabello Wooyoung para acercarlo a su rostro. El rostro del Omega se torna rojo y da un chillido de índole dudosa. Entre excitada y asustada. San lo suelta bruscamente y le revuelve el cabello.

Wooyoung tambalea un par de pasos atrás con las manos en la cabeza, adolorido, pero divertido en partes iguales. Los Deltas son una casta muy poco estable. Mentalmente hablando son un lío. San podrá no ser más que su amigo, en términos reales no es nadie para reclamar.

Sin embargo, está tan convencido de que Wooyoung es su Omega que ha matado a las ultimas cinco personas que lo han tocado o mirado de más. Wooyoung lo considera atractivo, un detalle divertido y encantador de San siendo su mejor amigo y protector. Al mismo tiempo es escalofriante ser y no ser. San nunca lo toca. Lo trata más como a un Beta que llena de regalos que a un Omega que se dejaría usar sin problema y más bien, con un ansia extrema.

A veces desearía que fuese Alpha y así el problema se resolvería con una sola mordida. No obstante, la vida seria más simplona y algo aburrida yendo por lo normal. Agradece que Namjoon y Hyejin sean unos dementes con lo que hacen...

No así no entender por qué está aquí. Ellos son el segundo problema. Namjoon no lo deja tener pareja. Tiene la impresión de que lo reserva para algo, pero ¿Qué?