11.2 Decisiones de dolor y entereza

47 17 2
                                    

—Veo que estas un poco mejor.

—Ya pasó la peor parte del trago.

Jimin se ríe casi sin ganas ante la respuesta de su hijo. No deja de jugar con una pequeña flor que encontró en un arbusto. Están arreglando el palacio, hay mucho caos, no han dado ningún anuncio publico y la gente cree que lo sucedido vino por Wyn-tyhal no por otras personas que aun no tienen nombre.

Se ha planificado de muchas formas como introducir que tendrán aliados internos, por que adoptarán "prófugos" de Wyn-tyhal y muchos detalles minúsculos más. Yunho está bastante tranquilo, en realidad. Ya es consciente de a donde va esta conversación. Su despiste no alcanza un nivel tan extremo.

—Recuerdo mucho cuando eras niño. Tenias nariz sensible, te asustabas de todo. Eras tan tímido—relata Jimin—. Sacaste eso de Jungkook, él no era capaz de hablarme los primeros meses.

—Eso lo sé. Me lo has comentado.

—pero también... Tenías ese brillo en los ojos que te hacia tan similar a él—Jimin suspira con ternura por su recuerdo—. Redondos, grandes y vivaces; queriendo sentarte con él en el trono, mostrarle tus libros de historias... Fui tan feliz de ver a un cachorro tan lindo y feliz.

La sonrisa en sus labios es tonta. Yunho la recuerda vividamente de su infancia. Jimin ponía el mismo gesto todo el tiempo que estaban juntos. No entendía por qué. Aun ahora no lo hace. La respuesta es simple: Jimin no podía reprimir la felicidad que le daba esa pequeña vida que fue capaz de crear con su Alpha.

El adorable cachorro despistado, tímido y curioso que deambulaba por todos los pasillos, tomado de la mano a su hermano para jugar juntos y no perderse de nada.

—Mantienes mucho de eso ahora... Por eso eres un niño tan extraordinario, que cualquiera tendría la mejor de las suertes en tenerte.

—Papá... No hace falta...

—Yunho—llama Jimin deteniéndose un instante—. La familia ya ha tomado una decisión con respecto a lo que se hará y-

—Voy a casarme si eso quiere y si es lo que creen mejor y más prudente para Utopia—informa Yunho sin pensarlo ni un instante, interrumpiendo a Jimin—. No hace falta que... haya una reunión o algo del estilo.

—No la habría—ríe sin gracia y lleno de pena—. Jungkook dará la noticia esta noche—aclara Jimin—, te he venido a hablar para... pedirte perdón por someterte a esto—Su voz tiembla al igual que todo su cuerpo; los ojos aguados y nariz que empieza a enrojecer—. Y por... No ser capaz de hallar otra solución más que... entregarte como moneda de cambio pa-para no... verte morir—solloza con una mano en el rostro—. Lo siento mucho.

La expresión se desmorona por completo, concluyendo en una llorosa y angustiada. Sintiendo que los dioses, no suficiente con haberle hecho tanto daño a su Alpha, ahora le fuerzan a dar a su amado cachorro a una posible vida de infelicidad e incomodidad. Se pregunta si cometió algún error, ninguno viene a su mente y la culpa crece culpa del abrazo que Yunho le da con la esperanza de calmarlo.

. . .

—Siempre has sido un niño muy fuerte—dice Solar mientras trenza la larga y sedosa cabellera de Seonghwa—. Sacaste eso de Moonbyul sin duda ninguna—ríe tenue—. Decidido, capaz, astuto... necio.

—No soy necio. —refunfuña Seonghwa y enrojece por la risa de su madre.

—Eres una criatura hermosa y maravillosa Seonghwa—tararea solar con ternura—. Tienes mucho que dar a este mundo, mucho que ver de él, mucho que aprender... Y me rehúso a perderte—Seonghwa baja la mirada. Sabia que Solar no había venido aquí solo a peinarlo, que una intensión se escondía en la mirada tranquila de la Omega que le dio vida—. Me rehúso a presenciar el instante en que te hagan daño y se lleven el brillo de tus ojos.

Ocean Skin | YuSanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora