El azabache llevaba casi una semana dando vueltas en la cama y basando su alimentación en alcohol, 2 paquetes de cigarrillos diarios y cuando se acordaba comía ramen. Su cama estaba llena de manchas de su propia sangre, pues no había cuidado sus cicatrices en absoluto y estas no paraban de sangrar.Las persianas estaban bajadas y la casa inundaba de humo y mal olor.
Dabi se acaba de despertar, otro día más sin sentido para él. Sin ella todo se había ido a la mierda, esa chica era lo único que ponía orden en su vida. Escucharla reír le resultaba suficiente para querer seguir adelante, incluso le llegaba con escuchar su voz. Por no hablar de aquellas noches inigualables, el oji-azul tenía a gran cantidad de chicas a su disponibilidad. Lo tenía fácil, podía acostarse con cualquiera de ellas una noche y estar con otra al día siguiente. Pero cuando la conoció su vida dio un giro de 360 grados y no quería a nadie más, solo quería hacerla feliz a ella. Dabi había hecho cosas por esa chica que nunca antes se habría imaginado, solo para poder estar a su lado.
El pensamiento de que ella encontrase a alguien mejor lo persiguió desde el primer día, nunca se había imaginado a sí mismo estropeando esa relación. Hasta que un día un cúmulo de estrés, un poco de alcohol e inseguridades lo llevaron al desastre total.
Esa noche T/N había salido q cenar con su grupo de amigos de la infancia, cada uno había hecho su vida por su lado y apenas se veían.
Dabi había acordado ir a buscarla cuando acabasen la cena, había estado bebiendo, pero no demasiado. Desde que estaba con ella apenas bebía, la consideraba un ángel bajado del cielo que lo cuidaba incondicionalmente. Y así sigue siendo.
Cuando llegó, T/N estaba hablando con el que era su mejor amigo a los 9 años, se estaban riendo mientas recordaban anécdotas de la infancia y contando historias varias. El peli-negro había cambiado mucho, pero lo de controlar sus celos aún estaba en proceso. Su novia entró al coche y este ni si quiera la saludó, por lo normal siempre le daba un beso a modo de saludo y despedida. La chica se dio cuenta... y ahí estalló todo. Un ataque de celos hizo que ella también perdiera los nervios, ya había tenido pequeñas discusiones con este tema, pero nada se asemejaba a lo sucedido esa madrugada en el coche.
Mientras ella se bajaba del coche delante de su portal él no pudo evitar derramar una lágrima. Pues se había ido sin ni siquiera mirarlo a los ojos.
Un Dabi arrepentido se levantó de cama decido a pedir perdón, ya no había efectos del alcohol en su cuerpo pese a que no sabía en que hora ni en que día vivía. Se duchó rápidamente y salió corriendo con las llaves del automóvil en la mano.
No había vuelto a subirse en él desde lo sucedido así que cogió aire y fue rumbo a la casa de la chica.
Se preparó mentalmente antes de timbrar dispuesto a pedir perdón por su absurdo comportamiento.
-¿Sí?
Un escalofrío recorrió la columna del chico tras oír su voz.
-Soy yo... necesito hablar contigo.
Ella simplemente abrió el portal y no dijo nada más.
La cara del mayor había vuelto a sangrar pero no le importaba en absoluto, esta chica lo había visto en sus peores momentos.
Petó en la puerta y al abrir la vio plantada en su entrada, con los ojos llorosos, temblando y una manta alrededor de sus hombros.
No aguantó más y se echó a llorar, él le había hecho daño a lo único que quería en este mundo. No podía verla mal y menos aún sabiendo que era su culpa.
Ella lo observaba llorar aún con la cara llena de sangre, esto fue suficiente para desatar el llanto de ella también. Se abalanzó sobre su novio sin poder más, correspondió el abrazo y la apretó como si eso fuese a demostrar que la quería más.
Lo agarraste de la mano y te lo llevaste a tu habitación, era donde habías estado llorando esa última semana.
-Te quiero mucho, T/N. Te amo más que a nadie. He intentado corregir todo lo posible para que no encontrases a nadie mejor que yo, pero la verdad es egoísta por mi parte querer que estés conmigo. ¿Cómo has podido acabar con alguien como yo?, ¿Qué coño he hecho para que estés conmigo?. Eres un puto ángel.
Él nunca había hablado de sus inseguridades tan abiertamente contigo, te sentías devastada sabiendo que eso rondaba su cabeza.
-Dabi, nunca voy a encontrar a alguien que me quiera como tú me quieres. Y que haga todo lo que has hecho por mí. Te amo. - Contestaste aún entre sollozos.
El azabache te abrazó con miedo a perderte de nuevo, os acostasteis en la cama quedando él sobre tu pecho. Tu pijama ahora tenía manchas de sangre y el olor a tabaco seguía siendo notable, junto al alcohol, estos, eran su vía de escape para todo cuando tú no estabas. Besaste su cabeza repetidas veces mientras su cara descansaba sobre tus pechos, sus ojos se estaban cerrando mientras su respiración por fin se calmaba.
Tú también lo querías más que a ti misma.
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BNHA ONE SHOTS
Fiksi PenggemarOne shots breves sobre diferentes personajes x lectora. Acepto sugerencias.