"¿Estás en casa? Es que estoy cachondo de cojones" Viste ese mensaje en tu pantalla de inicio.
"Sí, ¿Cuándo vienes?"
"En 10 minutos estoy ahí"
"A tus órdenes"- Bromeaste
"Ve tocándote"
Le enviaste un vídeo donde metías dos dedos en tu boca y después masajeabas tu clítoris, el vídeo apenas duraba 7 segundos. Pero a él le llegó para tener una erección.
Te respondió con una foto de su mano en el volante donde se veía su empalme en el pantalón.
-Joder- Dijiste mientras acelerabas la velocidad de tus dedos.
Otro mensaje "Estoy aparcando". Te asomaste por la ventana y viste llegar su BMW negro. Timbró y fuiste a abrir completamente desnuda.
Abriste y su mirada te recorrió de arriba a abajo sin vergüenza. Te alzó agarrándote del culo y chupó tus tetas mientras cerraba la puerta con la espalda. Te llevó hasta la superficie más cercana, la encimera de la cocina y siguió mordisqueando y chupando tus pechos. Pocos minutos más tarde te bajaste de la mesada y te arrodillaste ante él. Desabrochó sus pantalones con eufonia y se quitó la camiseta. Agarraste su pene, lo recorriste con la lengua de arriba a abajo. Lo masturbaste unos segundos y conectaste tu mirada con la suya.
-Abre la boca
Obedeciste y dejó caer saliva sobre. Chupaste sus testículos mientras seguías haciéndole una paja y seguidamente te metiste su miembro en la boca. Chupaste la punta y no te demoraste mucho en metértela entera, las ganas de Dabi se le veían a cuadras de distancia. Serías buena, por esta vez, y le darías lo que quería.
Permaneciste chupando con energía hasta que agarró tu barbilla, te miró a los ojos y te alzó. Te besó con fogosidad mientras sus dedos masajeaban tu clítoris. Agarraste su mano y fuisteis a tu habitación.
-Coge un condón
Abrió la mesita de noche-¿Donde están?
-Yo que sé, siempre los dejas ahí.
-Ah joder, en el baño ¿Te acuerdas de la última vez?
Tuviste un flashback de como follabais en la ducha y te reíste en bajito.
Volvió ya con él puesto y se tumbó sobre la cama. Sabías lo que quería decir.
-No sé si me va a caber entera así-Muy pocas veces te dejaba ser dominante y estando encima quizás era demasiado.
-Si te duele avísame.
Lo montaste y frotaste tu coño contra su pene como si lo estuvieses masturbando. Apenas aguantaste 30 segundos, tenías demasiadas ganas de tenerlo dentro.
Con una pierna a cada lado de su cadera la agarraste y la posicionasteis con tu entrada. Bajaste despacio sintiendo como entraba sin esfuerzo.
-¿Estás bien o prefieres cambiar?
-De momento no me duele
-Con lo mojada que estás normal que entre bien- Dijo con una mirada lasciva
Te moviste en círculos sobre él viendo todas sus expresiones.
-Por favor, ponte a saltar encima de mí como una loca y hazlo ya. No aguanto
-Si es lo que el señorito quiere...-Le guiñaste un ojo
Con rapidez brincabas encima de Dabi, él veía como tus tetas saltaban a la velocidad de tus movimientos.
-Joder- Gemiste mientras sentías sus manos clavándose en tu cintura.
En vez de saltar, pusiste una mano a cada lado de su pecho inclinándote hacia delante y moviendo solo tu cadera.
-No pares- Dijo Dabi entre suspiros de placer
Te encantaba verlo así de vez en cuando, así de sumiso.
Mantuviste el ritmo sintiendo como la presión se acumulaba.
-Me voy a correr.
-Hazlo.-Dijo
-Seguiste un poco más y soltaste tus fluidos sobre él.
-Te hizo dar un par de botes más y también se corrió.
Respirabais agitados, os mirasteis a los ojos y os reísteis.
Te levantaste a ponerte un pijama y le tiraste a él el suyo en cama.Creo que se lo había dejado en mi casa hace dos meses.
-Te quiero
Te paralizaste, nunca te había dicho nada parecido. Nunca había expresado amor de manera verbal contigo. Sentiste mariposas en el estómago.
-Yo también te quiero mucho, amor.-De vez en cuando le llamabas por algún nombre cariñoso, sabías que le hacía ilusión. Lo veías en su carita.
Te acostaste a su lado, ambos teníais el pijama puesto.
-¿Sabes? Cuando empecé a venir a tu casa pensé que para ti sería alguien más, nada especial. Entonces me mentalicé de que solo sería follar, pero después empecer a sentir cosas raras cuando te veía sonreír. Y cuando lloras me dan ganas de llorar a mí también. Es raro de cojones, pero siento algo muy fuerte. Y la verdad, me gustaría poder hablar de ti como "mi novia".
-Te amo- Lo miraste a los ojos y lo besaste.
En vuestras miradas se distinguía un brillo distinto.
