XVIII

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Eran finales de Junio, Iu había dejado la escuela, por su amiga supimos que el señor Park no se quería divorciar, pero que la apoyaría. La verdad sentía pena por ella y su bebe.

Había conseguido un trabajo de medio tiempo en una cafetería cerca de la universidad, Yoongi me había llamado dos veces, la ultima apenas ayer, en la que me decía que la siguiente semana nos veríamos. Estaba tan feliz.

Pero, empecé a asustarme. ¿Tenía sentido eso?.

Si, si lo tenia.

Estaba limpiando las últimas mesas a las diez de la noche para poder irme a casa. La campanilla sonó. -Ya cerramos, dije sin mirar-. Pero oí unos tacones acercándose a mi.

Alce la vista, era Rose, que tenía una cara de pocos amigos.

-¿Te puedo ayudar en algo?. Dije de manera muy amable.

Ella jaló una silla de manera ruidosa para sentarse. -¡Siéntate!- prácticamente me lo ordenó. Yo aventé el paño a la mesa, jale la silla y me senté de brazos cruzados.

Volví a repetir la pregunta de la manera más amable que pude. Ella torció el gesto, se inclino para hablarme.

-Creo que ya ha sido suficiente de tu parte. Ya no sigas, ya date cuenta el daño que le haces a Yoongi.

¿De qué rayos me estaba hablando?. ¿Qué no estaba de nuestro lado?. Mi cara lo dijo todo.

-¡Ya Jimin!, desde que llegaste a la vida de Yoongi te has encargado de destruirlo, por tu culpa fue llevado a ese horrendo lugar, por tu culpa su hermano se mato, si no te hubieras metido entre nosotros Agust estaría vivo.

Eso ya no lo pude tolerar, -¡Callate!- le Grité, estaba tan enojado que las lágrimas resbalaron de mis ojos. -Yoongi ha confiado en ti y ¿sales con esto?.

Ella se levantó de manera abrupta, provocando que la silla cayera tras ella. -Yoongi merece una familia, tener hijos, ¡ser feliz! y a tu lado no ha encontrado nada de eso. Me dijo apuntandome con el dedo de manera amenazante.

Lo único que pude hacer fue decirle que se largará. Rose me dio una última mirada desafiante. -Te lo advierto Jimin, aléjate de Yoongi o atente a las consecuencias.

Me quede de pie unos minutos, el coraje que sentía en mi pecho era tal que desbordaba mis lágrimas. Mi boca seca, mi mandíbula estaba hasta trabada.

¿Cómo es posible que me haya dicho todo eso?. Me he preguntado tantas veces si debo de seguir con Yoongi. ¿Realmente no seré un egoísta?.

Los pensamientos se arremolinaban en mi cerebro, una llamada me devolvió a la realidad.

Era Yoongi, me dijo que la siguiente semana iría a verme, que lo esperara en mi departamento. -Yoongi... ¿Estás seguro de que quieres estar conmigo?. Trataba de que mi voz no sonara cortada.

Pude sentir la sonrisa sincera de Yoongi. -Jiminie, no se que pase pero te juro que te amo. Quiero estar contigo, nunca he dudado de eso. Por favor, no dudes de mi.

La dije que lo amaba y colgué el teléfono, no le dije a Yoongi lo de Rose. De todas formas, de nada servía preocuparle.

Al regresar al departamento, me encontré ni más ni menos que a mi hermano siendo empotrado contra el sillón por Hoseok.

Digo, ya me lo imaginaba, pero verlo... fue muy impactante. Ambos se disculparon conmigo. Aún así, estaba muy feliz por ellos. Al menos alguien en esta historia estaba feliz.

Jin estaba mejor en cuanto a su rehabilitación, ya casi podia caminar bien, ambos iban a las oficinas del hospital militar en Seúl. La mamá de Hoseok era quién prácticamente los protegía. Ojalá el papá de Yoongi nos hubiera comprendido un poco.

llevo grabado tu nombre ((yoonmin)) 1995🎧📻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora