XXI

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Desperté sobresaltado. No fue un sueño, Yoongi estaba a mi lado. La luz del medio día invadía su cuerpo desnudo resplandeciente cuál ángel en las nubes.

Tome su pene en mi boca, jugué con su glande, con gruñiditos de placer, fue abriendo los ojitos de gatito. -Siempre soñé despertar así.

Yo sonreí. -podría hacerlo, todos los días... si tu quieres.

Yoongi me jaló hacia él, para darme un beso donde se mezclaban nuestras lenguas y sueños. -Para toda la vida, amor.

Yo corté el besó, tenía que preguntarle. -Pero... La chica rubia de anoche... La que te besó...

El río, acarició mi mejilla con el dorso de su mano. -Jiminie, ella no significa nada, se llama Vanessa, sus amigas y ella son así, ayer estaba más drogada que despierta. Y yo solo te amo a ti, jamás te he olvidado.

Eso era todo lo que necesitaba, presioné mi cuerpo contra él, para besarlo, acariciarlo y frotarme en su cuerpo suave, blanco y desnudo.

Mi pene y su pene se frotaban entre sí, se sentía tan rico, tan cálido, que me parecía mecerme en las nubes.

Yoongi tomó mis nalgas para abrirlas, de una estocada metió todo su pene, el dolor placentero se abría paso en mis paredes anales, el cosquilleo en mi vientre y espalda baja, se formaba sigiloso.

Nuestra piel chocando con sonidos obscenos, mientras yo me aferraba a sus hombros para marcar el ritmo de las penetraciones, que se hacían cada vez más fuertes, más placenteras.

Me mordía los labios, pero terminé gimiendo su nombre, gritando cuanto lo amaba; el tambien gruñia satisfaciendose con amazar mis nalgas; junto al sudor perlado de su frente, su boca dulce, era la imagen perfecta del paraíso.

Sentí como se enterraba tan profundo, que sacó el aire de mis pulmones, mientras la humedad de mi entrada se hacía presente, para luego salir de mi, junto al espeso semen blanquecino que se derramaba entre mi perine.

Estuvimos abrazados hasta que la espalda nos dolío. Nos bañamos juntos entre risas y caricias.

No pudimos resistirnos, mientras nos bañabamos, otra vez Yoongi me penetró contra la pared, el agua cálida recorría nuestro cuerpo, nuestros corazones, mis piernas temblaban, tomó mi pene y lo masturbo para volver a sentir el orgasmo explotando al mismo tiempo. Nunca me cansaría de tenerlo en mi.

Salimos a la calle. El me tomó de la mano y juro que fue el momento donde volví a nacer.

Su mano blanca y grande, encontró la mia, entrelazó mis dedos gorditos, con los suyos, me tomaba fuerte, firme, alzando su mirada sin vergüenza alguna. Gritando con su actitud que yo era de él y él completamente mío.

Yo estaba tan sonrojado, nunca creí que finalmente Yoongi y yo pudiéramos tomarnos de la mano por la calle. Mi corazón latía fuerte, me sentía vivo, finalmente feliz.

Así pasamos dos semanas. Yo iba a ingresar a la escuela de danza en los Ángeles. Yoongi tocaba los fines de semana en aquel Bar, mientras yo era su fiel fan para deleitarme con su voz.

Él ya no regresó a San Diego, solo fue por sus cosas, su tío le prometió ayudarlo a recuperar su identidad en Corea. Tuvo que hablar con su papá. Eso no salió muy bien, pero al menos ya no había problemas legales para él y podría también ir a la universidad.

Jin y Hoseok al cabo de unos meses se mudaron a otro departamento. Quería también su privacidad. Estaban más enamorados que nunca.

Por fin la vida nos sonreía a todos.

Taemin me habló después de un año, había conocido a un lindo chico llamado MinHo y planeaban vivir juntos en Daegu. Me alegre mucho por él. También merecía un final feliz.

Incluso de Iu, me enteré que estaba embarazada del Señor Park y pronto daría a luz a su tercer hijo.






llevo grabado tu nombre ((yoonmin)) 1995🎧📻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora