Clap.
Clap, Clap, Clap.
Penelope se giro hacia donde provenía el ruido y pudo observar que en el centro del escenario se encontraban los padres de las señoritas Smythe-Smith llamando la atención de los asistentes golpeando sus palmas para dar la señal de que el concierto estaba a punto de empezar. Buscó un asiento en el centro de la primera fila, así podría estar atenta a los detalles de las jóvenes y escribir sobre ellas en Lady Whistledown.
Habían cuatro jovencitas tomando lugar en el escenario, eran bastante bonitas así que los rumores sobre su aspecto eran cierto.
-Penelope ¿Cómo estás?. -Le pregunto Francesca sentándose junto a ella en la primera, y luego agregó sonriendo. -El vestido verde te luce muy bien.
-Francesca, que gusto verte. Gracias, a ti también te queda muy bien el vestido. -Le sonrió sonrojándose Penelope, Francesca era siempre muy amable con ella.
-¿Son unas muchachas muy bonitas no te parece?
-En efecto, estoy deseosa por escucharlas tocar música.
-¡Eloise!, ven te guarde un asiento junto a mi. -Y observando el puesto vio que Cressida Cowper tomaba ese puesto. -Oh, pero puedes sentarte junto a Penelope, tiene un haciendo vacío junto a ella.
Penelope miro a Eloise, y en sus ojos estaba muy claro que no le hacía gracia tener que compartir haciendo junto a ella. Eso la hizo sentir un poco incomoda, sería muy obvio para todos que no estaban en los mejores términos y junto a eso, que no quería ser la causa de un mal momento a Eloise.
Siguiendo la opción que le daba su hermana, Eloise tomó haciendo junto a Penelope, era un sentimiento muy extraño tener cerca de ella a alguien con quien siempre sintió que podría hablar de todo y de nada, pero que ahora solo había silencio.
-Penelope. -La saludo Eloise sin mirarla a los ojos cuando tomó asiento.
-Eloise. -Respondió ella también sin mirarla a los ojos.
Penelope decidió mirar hacia el frente deseando que las jóvenes comenzarán a tocar pronto para no tener oportunidad de generar una conversación. Pasó de nuevo la vista por el escenario y fijó su mirada en una joven Smythe-Smith que tomaba un violín de una manera muy triste, una expresión que la hizo recordar a ella misma, el tipo de expresión que uno coloca cuando uno quiere estar en cualquier otra parte menos en donde está actualmente. Los ojos de la joven vagaban por debajo de todas las personas que se encontraban atentos a su actuación y cuando comenzó a tocar música el cuarteto de jóvenes Penelope comprendió por qué la chica quería estar en cualquier otro lugar menos ahí.
Era penoso, horrible y atroz. No había otra manera de describir lo que oían sus oídos sin faltar a la verdad o faltarle el respeto a Mozart.
Todos los rumores sobre la belleza de ellas eran cierto, sin embargo los rumores respecto a su gusto musical y su excelente interpretación con los instrumentos eran completamente falsos.
Observo como algunas personas cerca de ella se cubrían los oídos, y los afortunados que se sentaron en los últimos asientos huían del salón sigilosa y discretamente. Los más desafortunados que eligieron los primeros asientos (como ella) debían ser educados y esperar a que terminarán de interpretar lo que sea que trataban de hacer.
Miró otra vez a la joven Smythe-Smith que tocaba el violín y en ese momento decidió dos cosas. La primera, es que decidió sonreír alentadoramente y fingir que estaba disfrutando de la música que ofrecían. Y la segunda, decidió que Lady Whistledown no va a decir ni una sola palabra sobre el desastroso recital que presenciaba. Esa pobre jovencita se encontraba bastante avergonzada como para que aparezca un folleto de Lady Whistledown por todo Londres diciendo lo mal que tocaban haciendo sufrir a Mozart en su tumba.
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Un marido para Penelope Featherington
FanfictionDespués de que el señor Colin Bridgerton dijera abiertamente que ni en sueños cortejaría a la señorita Penélope Featherington, ella se ha dispuesto a conseguir un marido en su tercera temporada social en Londres y olvidar su amor no correspondido po...