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Colin despertó la mañana siguiente de muy buen humor, ¿había sido un sueño?, no, todo le parecía muy real como para haber sido solo un sueño. Los labios de Penelope, el contraste del aire helado de la noche y el calor que emanaba de sus cuerpos cuando acercó el de ella al suyo. Todo se sentía aún vivo.

Se pasó la mano derecha por su cabello mientras miraba el cielo, sonrió con picardía, recordaba que sólo había tenido la intención de hacer una breve visita a casa de Penelope para hablar de sus sospechas sobre que su hermana Eloise era Lady Whistledown, pero ¿en qué momento eso pasó a segundo lugar? ¿En qué momento cayó rendido ante Penelope?, ¿En qué momento sintió el deseo de acercar su cuerpo al suyo?, ¿Y en qué momento se sintió tan consumido por ella que la beso? Dios, era Penelope, la mejor amiga de su hermana menor, su vecina desde hace muchos años... Penelope Featherington ¿Desde cuándo ella se volvió la dueña de sus pensamientos?

Si había algo de lo que estaba seguro, era que deseaba verla de nuevo, primero porque Penelope se merecía una disculpa, ella era una señorita de buena familia y uno no puede ir y besar a una señorita de buena familia en su propia casa sin darle las explicaciones ni las disculpas correspondientes, y segundo, porque deseaba verla y si se daba la oportunidad, tal vez volver a besarla.

Se levantó de su cama y se fue a dar una ducha rápida, quería salir a caminar para tomar algo de aire fresco, el día se le hacía especialmente muy bonito esa mañana.

Salió de su casa en Bloomsbury para caminar y pensar mientras se dirigía a su destino, necesitaba hablar con alguien sobre lo que le estaba sucediendo, ¿Debería visitar a sus hermanos? No, lo pensó mejor, ellos lo molestarían por ser tan tonto y no desperdiciarían la oportunidad de reírse de él.

Llegó al camino de la calle principal, mejor iría a ver al Señor Mondrich, sería más fácil hablar de esas cosas con él, al menos si se burlaba de su situación lo haría más discreto.

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Dos horas después, Colin estaba en la entrada del club de Mondrich, con un humor bastante agradable, por lo que no le molesto que el lugar estuviera abarrotado de caballeros que no dejaban de hablar. Incluso, no le molesto que entre los más entusiastas al hablar estuviera el Señor Anderson.

- ¿De qué es lo que hablan todos? - Pregunto Colin al Señor Mondrich cuando se acercó a la barra.

El Señor Mondrich observo a Colin y luego de guardar silencio, le sirvió un vaso de whisky y dijo:

- El Señor Anderson pretende pedirle matrimonio a la Señorita Featherington.

- ¿Que? - Soltó Colin.

- Lo que acaba de oír Señor Bridgerton - Respondió el Señor Mondrich - El Señor Anderson a dicho que planea proponerle matrimonio a la Señorita Featherington durante esta semana.

Colin se bebió el vaso de whisky de un solo sorbo, ¿en qué momento su buen humor de la mañana pasaba a ser espantoso?

- Tenga - Le dijo el Señor Mondrich mientras le servía otro vaso de whisky- Es aún muy temprano, sin embargo, creo que ahora es lo necesita.

- Gracias, Señor Mondrich- Dijo Colin y se tomó el segundo vaso de un solo sorbo - ¿Qué más ha dicho?, el tal Anderson, ¿Ha dicho algo más?

- Principalmente eso, parece que ha decidido tomar acción - Dijo el Señor Mondrich.

Colin miro hacia la mesa en donde estaba el Señor Anderson, ese tonto, ¿Qué pensará? ¿Qué Penelope lo aceptara, así como así?

- Alguien parece que cambió de humor rápidamente- Comentó la esposa del Señor Mondrich al pasar junto a él en busca de una botella.

Un marido para Penelope FeatheringtonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora