Un marido para Penelope Featherington

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La velada musical Smythe-Smith estaba situada en una preciosa casa en el centro de Londres, tenía un salón con un escenario lleno de instrumentos y asientos bellamente adornados con flores, al costado estaba la terraza que daba al exterior con un jardín muy iluminado para que las parejas no se puedan perder de la vista de todos y terminen siendo arrastrados a matrimonios obligados para cuidar del honor.

La familia Smythe-Smith se había mudado recientemente a la ciudad, los padres habían tenido cuatro jovencitas muy hermosas que deseaban presentar en la sociedad con un evento que garantizará que ellas fueran el centro de atención, y como todas sabían tocar al menos un instrumento musical se decidió hacer una velada donde todos pudieran disfrutar oyéndolas y quedar enamorados de ellas.

Penelope llego a la velada acompañada del brazo de su madre, sus hermanas Philipa y Prudence iban también del brazo delante de ellas, se agradeció internamente haber decidido llevar el vestido verde porque viéndose en el cristal de las ventadas de ese lugar se percato de que lucia muy bien y además, tenía la impresión de que el rojo era un color mucho más seductor según lo que le comento Madame Delacroix hace unos días cuando se lo probó. 

-¿Que tal ese caballero Penelope?. -Le pregunto Lady Featherington señalando a un caballero de unos 50 años que estaba bebiendo una copa de vino cerca de la mesa de comestibles. -Podría ser un buen marido para ti, es un Barón con un muy buen dinero y él solo busca un heredero. Si te casaras con él podría ser la solución a nuestros problemas económicos.

-¿No te parece que es un poco mayor mamá?. -Le pregunto Penelope, estaba dispuesta a casarse y tener su independencia pero no con alguien de 50 años.

-Eso no importa Penelope, al final solo importa si es conveniente o no para ti.

-Por eso lo digo, es viejo. -Musitó bajito Penelope.

-¿Que has dicho? -Pregunto su madre

-Que me lo pensaré. -Mintió Penelope.

-Bien, eres muy sensata, ahora iré con tu hermana, debo hacer que el señor Bridgerton cumpla su palabra y Baile al menos una vez con ella está noche. Ella es mi esperanza para por fin quedar emparentada con los Bridgerton.

Penelope observo a su madre acercarse a Prudence y decirle algo al oído, seguramente para idear un plan para hacer que Colin baile con ella. Si tan solo su madre entendiera que él no quería buscar una esposa. Comenzó a caminar por alrededor del salón mirando y oyendo disimuladamente lo que hacían y hablaban las personas ahí reunidas. Cuando vio a Lady Danbury se alegro y fue a saludar.

-Lady Danbury, ¿Cómo está?. -Le saludo Penelope.

-Señorita Featherington, veo que lleva el vestido verde, tiene un buen gusto usted. -Le dijo la condesa.

Penelope le agradeció con una sonrisa, puede que a la mayoría de las personas no le gustará Lady Danbury pero ahora que ella ha estado conociéndola a podido observar el buen corazón que tiene la condesa.

-Gracias Lady Danbury, la verdad es que sin su ayuda aun seguiría usando los vestidos amarillos que elija mi madre.

-Tonterías niña, yo solo le di un empujoncito pero usted ha estado haciendo el resto sola, el otro día dando un paseo con Lord Fife y luego estando tan cercana al señor Bridgerton, ¿Hay algo que no me haya querido contar del Bridgerton mas joven?

- ¿Gregory?, pero si es solo un niño. -Dijo Penelope.

-No me refiero a él, y yo que la creía la más inteligente de todas su familia. -Le dijo seriamente Lady Danbury. -Me refiero a nuestro viajero recién llegado, al señor Colin Bridgerton.