Un marido para Penelope Featherington

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Mientras Penelope hablaba con el Señor Anderson observo a Colin acompañado de sus dos hermanos mayores, no lograba escuchar lo que estaban hablando por el ruido de la música, pero supuso que se estaban divirtiendo porque, aunque Colin estuviera de espaldas, ella podía ver como Anthony y Benedict se reían.

Y en el preciso momento en que ella se giraba para poner su atención en el Señor Anderson y seguir su conversación la música se detuvo, y escucho las palabras de Colin, palabras que le sonaban tan familiares a ella, pero que había comenzado a olvidar porque en su corazón había revivido su esperanza de no sólo ser la amiga de Colin Bridgerton.

- ...definitivamente no me voy a casar con Penelope Featherington.

Y el silencio se hizo en la sala mientras las personas miraban de Colin a ella.

Penelope se recordó muy a su pesar y con tristeza, que el hombre al que amaba sólo la veía como la fea del baile, algo que ya hacían la mayoría de las personas a su alrededor. Marina tenía razón, su amor era una mera fantasía no correspondida y eso era algo de lo que ya estaba cansada.

Había tenido suficiente de todo eso, le había dado la oportunidad a Colin de acercarse nuevamente y de ayudarla a buscar un esposo. Ahora no le molestaba que Colin no la quisiera, no le molestaba que él nunca se haya sentido atraído por ella, porque sabía que en el corazón no se podían dar órdenes ¡Dios, si llevaba años enamorada de él!, pero ahora las cosas serían diferentes.

Sintió todas esas miradas de lástima encima de ella como si le estuvieran tirando un balde de agua fría.

Los tres hermanos mayores Bridgerton la miraron con los rostros igual de horrorizados siendo Colin el que se giró más lento. Y Penelope comprendió muy a su pesar que esos serían los cinco minutos más horribles de toda su corta vida y que no había manera de salir de esa situación sin que nadie la notará.

No estaba lista para enfrentar ese tipo de situaciones, no quería este tipo de atención. Guardo silencio lo que le pareció un siglo, hasta que por fin decidió mirar fijamente a los ojos de Colin, ella tomó una postura erguida y con toda la dignidad que nunca creyó poseer le dijo a Colin:

- Yo nunca le he pedido que se case conmigo Señor Bridgerton.

El rostro de Colin pasó de un suave tono claro a un rojo encendido, abrió la boca tratando de decir alguna palabra, pero de sus labios no logro salir ni un sólo sonido. Penelope lo miro de forma irónica, esa sería tal vez la única ocasión en la que él no sabía que decir.

Penelope se acercó unos pasos a Colin de una manera lenta pero segura, algo que a él le dio miedo y que captó más la atención de quienes los observaban.

- Y nunca... - continuo ella majestuosamente. - Nunca le he dicho a nadie que desee casarme con usted.

Colin no sabía dónde esconderse, siempre había sido admirado por saber que decir en cada situación, pero eso, eso era diferente.

- Penelope. -Logró decir por fin Colin. - Yo...

- ¿Yo que? - Pregunto ella.

- Yo, lo siento mucho, perdón. -Logró terminar de decir él.

- No hay nada que perdonar.

- Si, yo herí tus sentimientos... -Comenzó a explicar él.

- No Señor Bridgerton, no hay nada que perdonar y usted no ha herido mis sentimientos. - Lo corto ella.

- Pen... -quiso seguir explicando Colin.

- No Señor Bridgerton, no siga hablando.

Colin se quedó en silencio y tanto Anthony como Benedict se miraron de reojo y luego observaron a Penelope con asombro, ella debía ser la única mujer después de su madre que lograba hacer que Colin guardará silencio.