15: Un giro inesperado

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Esta mañana recuerdo que me había despertado normal luego de las aventuras de la noche pasada. Intenté ignorar el remolino de pensamientos desde que había terminado la primera clase hace horas. Había estado sentada en una de las mesas de la universidad esperando que Alessa acabe su clase y luego iría a comer con Kylian. Escucho mi teléfono sonar y por un segundo creo que es una de mis amigas, pero es Sean con una canción y sonrío.

Sean de verdad se estaba esforzando por querer hacer las cosas bien conmigo. Admito que a veces me abruma tanta atención que me da últimamente ya que jamás me ha pasado algo así. Mis relaciones pasadas y la última que tuve con acosador de Kyle fueron cosas mínimas, ni siquiera era capaz de pasar por mi cuando quedábamos a comer y que Sean hasta me dedique canciones, hace que algo dentro mi quiera conocerle mas.

Imbécil x3: there's nothing holdin' me back.

Creo que debería ya cambiarle el nombre. Pienso.

Juls: No pareces ser el chico que escucha esas canciones.

Imbécil x3: Pero si dedicarla, además parece que tú si las escuchas. ¿Todo bien?

Juls: Todo perfecto. Escucharé la canción ahora.

Imbécil x3: Tienes un regalo esperando por ti en tu habitación. ¿Paso por ti a la universidad?

Juls: Estaré almorzando con Kylian y luego iré a mi residencia a buscar unas horas, ah y a ver el regalo que me dices.

Sonrío ante el mensaje y mientras escucho la canción les envío a las chicas para cenar algo en el apartamento de Alessa y en eso, un mensaje desconocido me llega.

"¿Puedes venir a mi casa? Es urgente. Estoy ocupado y no puedo salir, está es mi dirección. Soy Kylian".

Otro mensaje llega y es la dirección de su casa. Le respondo preguntando que sucedió con su teléfono pero no responde más. Le escribo a Alessa avisándole que voy a casa de Kylian y me marcho en el auto.

Miro la dirección que tengo anotada un par de veces antes de aparcar en una esquina. Observo la gran casa de aspecto victoriano que tengo enfrente y noto que hay muchos hombres rodeándola, ellos no me han visto. La casa parecía ser antigua pero bien cuidada, habían ventanales que no te dejaban ver hacia adentro y eso fue lo mas extraño.

En el momento que voy a tocar el timbre, escucho las voces de varios hombres al otro lado. Así que decido acercarme y pongo mi cabeza en la puerta para escuchar.

—El jefe esta mal, no creo que dure algunos días.

—No digas eso. Si algo le sucede, será un caos.

—Pero tiene a su hijo, supongo que quedaría al mando.

—¿Cómo podría alguien de esa edad controlar un negocio como este? No todos están hechos para liderar esto.

—Somos la mafia Kastle de Laroith. Todos están hechos para esto.

¿Eso es lo que justamente acabo de escuchar? ¿Acaso dijeron...?

La puerta es abierta en un movimiento brusco y presa del pánico caigo al suelo cuando cuatro hombres en trajes de negro y aspecto tenebroso salen de la casa rodeándome. Me quedo en blanco cuando sacan armas y me apuntan. Levanto mis brazos asustada y uno de ellos hace el ademan de agarrarme, pero me levanto antes de que me toque.

—¿Quién eres? —pregunta uno de ellos—. Dame una razón para no dejarte una bala en esa linda cabeza.

¡!¿Pero qué está pasando?!!

En medio de la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora