En medio de la noche

13: El esperado concierto

—¿Cómo puedo ayudarte?

—No necesito ayuda, puedo solo.

Lo observo por unos segundos y siento que me veo a mi misma, meses atrás tragándome mi orgullo con tal de no pedir ayuda. A veces, sentimos que no la necesitamos simplemente para no molestar a nadie pero, no está mal. Necesitamos y merecemos ser escuchados por personas correctas en nuestras vidas. Yo quería ser una de esas personas correctas para él.

—No sientas que pedir ayuda es algo malo. Alguien me dijo que todos necesitamos ser escuchados, yo estoy escuchándote y ahora te digo que no necesariamente debes estar solo para enfrentar tus miedos.

Parte de mi conversación con Sean esa mañana vuelve a mi cabeza. Una parte de mí se sintió tranquila al ver que le inspiré confianza para contarme algo de su vida, la otra parte se sentía mal por no saber qué hacer para ayudarlo. Era difícil cuando mis propios problemas me atormentaban pero si él me necesitaba, ahí estaría.

Luego de que me despertara, Sean había hecho desayuno, hablamos un rato y luego de darme un beso corto en los labios se fue. Por un momento sentí algo de molestia pensar que no volvería, pero sabía que las cosas serían diferente de ahora en adelante cuando encontré una nota suya al lado de aquella flor que me regaló en mi cumpleaños.

"Dije que demostraría cada día mis intenciones, y lo haré de la mejor manera que puede hacerse, pero empecemos con una canción..."

Imbécil x3: Staring - tipling rock

Sonrío cuando veo un mensaje de Sean con una canción que no conocía. La pongo en un playlist aparte y empiezo a escucharla con la letra. Por unos segundos retengo mi respiración cuando leo algunas frases demasiado comprometedoras y otras reveladoras. Intento no sonreír nuevamente.

—¿Qué tiene a la pequeña Juliette tan contenta un lunes por la mañana? —pregunta Lisa con tono de burla sentándose enfrente de mí.

—Unos meses más y seré la abogada Juliette para ti —le digo quitándome los audífonos.

—Uh, egocéntrica. Así me gusta.

Me rio de su comentario y cuando termino la canción, le respondo a Sean.

Juls: Interesante. Le doy un 8/10.

Él responde en segundos.

Imbécil x3: Que inculta eres. Te lo perdono solo porque me gustas.

Me vuelvo a reír pero dejo de hacerlo cuando noto que Lisa está observándome más de lo normal e intenta ver que estoy haciendo. Dejo el teléfono a un lado y en ese momento llega Alessa.

—¿Es tarde para cambiarme de carrera? —se queja dejando sus libros en la mesa.

—No, pero luego vas a llorar por el dinero perdido —dice Lisa aún con la mirada en mí.

—El dinero no es problema para mí. Además, mi felicidad vale más, pero en fin. ¿Que hacían?

—El rico humillando al pobre —me burlo y Lisa rueda sus ojos.

—Juliette tiene novio. No deja de sonreírle al teléfono —confiesa Lisa y quiero tirarle el teléfono.

—¡¿Qué?! —el grito de Alessa hace que varias cabezas volteen hacia nosotras.

—Chismosa, es mentira.

—Entonces muéstranos el último mensaje que has recibido.

Ni les doy tiempo de que agarren el teléfono, ya me lo he metido adentro de la camisa y sobretodo en mis tetas. Lisa empieza a decirle cosas a Alessa y ella intenta sacarme información o el teléfono de donde está. Hasta que nombra a alguien en específico.