—¿Juls, me oyes?
—¡¿Dónde estás?!
—¡Juliette!
—No respiro, Iris, no puedo respirar.
—Dime dónde estás, por favor Juliette.
—¡¡¡IRIS!!!
Suelto un grito desgarrador y luego abro mis ojos en un intento desesperado para respirar. La puerta de mi habitación se abre y veo la figura de Kenzie moviéndose hasta donde estoy. La escucho decirme que cuente hasta diez, que respire con ella. Intento decir algo pero no puedo. Siento mi rostro húmedo y me encuentro llorando en busca de mi teléfono para llamar a mi hermana y saber donde esta. Kenzie decide salir rápidamente y luego vuelve con algo, lo pone en mi boca y me hace inhalar un par de veces hasta que mi respiración vuelve a la normalidad.
Ella me abraza. Lloro un rato más y luego cierro mis ojos, perdiéndome en la oscuridad que hay en estos momentos en mi cabeza.
(...)
—¿Cómo te sientes, Juliette?
Aburrida. Cansada. Fastidiada.
—Me siento bien.
—Hemos hablado sobre no decir mentiras respecto a cómo te sientes. Puedes decirme de verdad como estas.
—Me siento cansada.
—¿Deseas comentarme algo sobre eso?
—Pues debería escucharme, las citas ya están pagas.
Mi psicóloga sonríe cuando le digo eso y me contagia de su sonrisa. A veces si me gustaba venir y hablar de todo lo que me sucedía, pero las otras veces solo quería desaparecer y no hablar con nadie. Hoy me sentía como la segunda opción.
—Cuéntame, ¿Qué te tiene así?
—Estoy teniendo pesadillas, específicamente sobre esa noche.
—¿Has sucedido algo los últimos días? Pu...
—Visité a mi padre hace días —la corto antes de que haga un análisis—. Pensé que me sentía bien al verlo, que por un momento había superado aquello que sucedió. Pero, al verlo, solo pude ver al culpable de todo lo que ha pasado, ni siquiera pude quedarme una hora.
—Ya hemos hablado de eso Juliette, lo que sucedió fue un accidente y no debes buscar culpables, eso solo hace sentirte llena de ira y sientes que no puedes progresar.
—Es que así me siento cuando lo veo. Aun no puedo perdonarlo.
—No intentes correr a una dirección si estas perdida. Con solo ir a verlo así sea 10 minutos es buen progreso. Debemos trabajar un poco en tus pensamientos cuando lo ves. Dime Juliette, ¿Qué ves cuando lo ves?
—Veo a un hombre que no estuvo para sus hijas.
—¿Desearías cambiar algo en él?
—Desearía... desearía solo que me entendiera.
Veo a Julia sonreír mientras escribe en su libreta. Por primera vez en tantas sesiones, le estaba hablando con libertad sobre mi padre, cuando ni siquiera podía nombrarlo. Ella noto que me he puesto algo incomoda, así que cambiará el tema. Ella me conocía.
—Respecto a tus pesadillas, podrías intentar un ejercicio antes de dormir. Relajar la mente. Pensar en cosas que crees innecesarias pero ahora mismo te servirían de ayuda.
—Lo intentaré.
—Me has comentado también que has salido un poco más. Incluso, que ya no te aterra ponerte ropa ajustada a tu cuerpo. Es un buen progreso.
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En medio de la noche
Novela JuvenilLuego de haber sufrido un accidente, algo cambió en Juliette. Era la misma, pero había algo que había cambiado a su alrededor. Decidió seguir con su vida, dejando atrás ese amargo recuerdo en un intento de volver a la normalidad. Tenía buenas amigas...